A partir de la puesta en marcha de los llamados operativos conjuntos contra el crimen organizado, el número de ejecuciones aumentó en Sinaloa, Chihuahua, Guerrero, Nuevo León, Michoacán y Baja California, revela una revisión de estadísticas elaboradas por la Presidencia de la República, contenidas en la llamada Base de datos de fallecimientos ocurridos por presunta rivalidad delincuencial.

A pesar de que en algunos casos, como Baja California y Michoacán, descendió durante 2010 el número de homicidios presuntamente relacionados con el crimen organizado, no se regresó a menos de 100 trimestrales en el periodo que incluyen las estadísticas.

Una de las acciones se puso en marcha el 11 de diciembre de 2006. Diez días después de haber tomado posesión, el presidente Felipe Calderón ordenó la operación conjunta Michoacán. Ese mes, en la entidad, se contabilizaron 24 homicidios, y 128 de enero a diciembre de 2007.

En 2008, en el estado, la cifra llegó a 289, más del doble de los documentados un año antes.

La tendencia ascendente continuó en 2009, hasta llegar a 590 en 12 meses, desglosados de la siguiente manera: 101 de enero a marzo, 218 de abril a junio, 151 de julio a septiembre y 120 de octubre a diciembre.

En tierra purépecha, durante 2010 sumaron 520 ejecuciones; 160 de ellas se cometieron de enero a marzo, 117 de abril a junio, 109 en el tercer trimestre de ese año y 134 de octubre a diciembre.

El operativo conjunto Tijuana (abarcó todo Baja California) fue puesto en marcha en enero de 2007. Las cifras señalan que un mes antes de que el gobierno federal ordenara este despliegue, se contabilizaron seis asesinatos.

Para esta operación el gobierno federal envió 3 mil 296 elementos de las secretarías de la Defensa Nacional, de Marina y de Seguridad Pública, así como de la Procuraduría General de la República.

En 2007, en Baja California se registraron 209 asesinatos; en 2008, 779; en 2009, 484, y en 2010, 540. En Tijuana se han cometido 90 por ciento de los homicidios.

El cuarto trimestre de 2008 fue el más violento, según los registros oficiales, con 515 asesinatos.

Por lo que se refiere a Chihuahua, cuando no había operación conjunta, el gobierno federal contabilizó 244 asesinatos durante 2007; el promedio mensual era de 20.

Para marzo de 2008, cuando el gobierno federal puso en marcha el operativo conjunto, las estadísticas indican que en 10 meses, de marzo a diciembre, se registraron mil 992 casos, para cerrar el año con 2 mil 118.

En 2009, en el primer trimestre se documentó la muerte de 620 personas, el segundo sumó 590, el tercero mil 48 y el año cerró con mil 87. En total se contabilizaron 3 mil 345.

En 2010 la cifra en Chihuahua alcanzó 4 mil 427.

De acuerdo con dicha base de datos, en Chihuahua se cometieron 9 mil 764 ejecuciones de marzo de 2008 a diciembre de 2010. De ellos 6 mil 235 ocurrieron en Ciudad Juárez, a pesar del despliegue militar y policiaco, y de que se han realizado al menos tres etapas de la operación.

Otra entidad que también se vio impactada con la puesta en marcha de dichos operativos fue Tamaulipas. El 5 de diciembre de 2006 el Presidente ordenó enviar 500 militares para reforzar la lucha contra el crimen, pues las acciones federales en esa entidad estaban dentro de lo que se llamaba México Seguro.

De acuerdo con la base de datos, en diciembre de 2006 no se reportó en el estado ningún homicidio relacionado con el crimen organizado. Para 2007 se registraron 80.

En 2008 se reportaron oficialmente 96 asesinatos; la mayoría (33) ocurrieron en el primer trimestre de ese año. El gobierno federal dio a conocer que ponía en marcha la operación conjunta Noreste, y que sus trabajos se expendían a Nuevo León y Tamaulipas.

Para 2009, en Tamaulipas, a pesar del despliegue de militares, marinos y elementos de la Policía Federal, la cifra aumentó a 90. En diciembre de ese año Los Zetas y el cártel del Golfo rompieron su alianza.

En 2010 los asesinatos se multiplicaron y llegaron a mil 209. En noviembre el gobierno federal informó que modificaba su estrategia en esa entidad, y en los últimos dos meses del año se cometieron 207 ejecuciones.

Por lo que respecta al estado de Jalisco, entidad donde no se ha puesto en marcha ningún operativo conjunto, los registros oficiales señalan que al inicio del gobierno de Felipe Calderón ocurrían siete homicidios relacionados con el crimen organizado al mes. Pero durante 2010 la cifra alcanzó un promedio de 49 y la violencia aumentó tras la muerte de Ignacio Coronel, quien fue abatido a tiros por el Ejército Mexicano.

El narcotraficante y líder del cártel de Sinaloa murió el 29 de julio de 2010. En ese mes se reportaron 57 casos y un mes después 67; para septiembre la estadística llegó a 50, pero para octubre repuntó la violencia con 64 reportes; en noviembre sucedieron 77, y en diciembre 60.

En el caso de Sinaloa, la entidad ya estaba incluida en la operación Triángulo dorado, que incluye los estados de Durango, Chihuahua y Sinaloa. Sin embargo, para mayo de 2008 se puso en marcha el operativo Culiacán-Navolato.

En 2007, en la entidad se reportaron 426 homicidios; en 2008 y, sobre todo, a partir del segundo trimestre de ese año aumentó la violencia. Al cierre del año sumaron mil 84.

En 2009 la violencia disminuyó y se registraron 25 menos que el año anterior, es decir, mil 59 asesinatos presuntamente relacionados con el crimen organizado.

En 2010 la cifra siguió en aumento: mil 815 personas fueron víctimas de grupos delincuenciales.

Guerrero fue otra entidad en la que desde de enero de 2007 se puso en marcha una acción del gobierno federal contra el crimen organizado. Los registros gubernamentales refieren que en el primer año del operativo conjunto se documentaron 299 homicidios; en 2008, 412; 899 en 2009 y mil 137 en 2010.

En Nuevo León, en 2007 se registraron oficialmente 130 ejecuciones, 105 en 2008, 112 en 2009 y 620 homicidios dolosos en 2010, como denominan las autoridades ese tipo de asesinatos.