En su segunda jornada de intervenciones urbanas en apoyo a la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, el colectivo Paremos las balas, pintemos las fuentes tiñó ayer el agua de 16 espacios arquitectónicos, entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde.

Las fuentes intervenidas con pintura vegetal de color rojo grosella para denunciar simbólicamente que el agua que brota del fondo de la tierra se tiñe de sangre al pasar por las narcofosas, fueron, entre otras, la de la Corregidora, en la plaza de Santo Domingo; la de los Coyotes, en el Jardín Centenario de Coyoacán, y la del Auditorio Nacional, en Paseo de la Reforma.

También fueron pintadas las seis que se encuentran distribuidas a lo largo del camellón de Álvaro Obregón, en la colonia Roma, y las dos de la Plaza de la Solidaridad, junto a la Alameda Central, así como el espejo de agua del Centro Cultural Universitario y el que se localiza frente a la rectoría de la UNAM.

Otras fuentes que se volvieron rojas, gracias a la voluntad pacifista de los artistas y luchadores sociales que las modificaron sin dañarlas ni contaminarlas, fueron la del Centro Nacional de las Artes, la del Eje 6 y avenida Insurgentes, en la colonia del Valle; la de Luis Cabrera, en San Jerónimo; la del mercado San Juan, en la colonia Juárez, y la del Arco Chino, en la calle de López.

Detienen a tres activistas

La movilización transcurrió en completa calma, aunque tres jóvenes activistas fueron detenidos –en la esquina de Durango e Insurgentes– por policías capitalinos que venían siguiéndolos, pero no los remitieron al Ministerio Público.

En la explanada del Auditorio Nacional hubo un conato de conflicto cuando personal de seguridad de ese inmueble y patrulleros de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina intentaron arrestar a una veintena de pintafuentes, pero éstos quedaron libres momentos después por órdenes del titular de la dependencia, Manuel Mondragón y Kalb.

Por otra parte, la página de Facebook llamada Fuentes rojas quedó bloqueada por usuarios de la red social que la denunciaron por su supuesto contenido violento. Si bien es posible entrar a ella, los visitantes ya no pueden intercambiar mensajes entre sí. El movimiento planea extenderse al resto del país, después de que la Marcha por la Paz llegue hoy al Zócalo.