Kandahar, 7 de mayo. Rebeldes talibanes, entre ellos seis atacantes suicidas, lanzaron hoy una serie de ataques coordinados contra objetivos del gobierno regional en Kandahar, sur de Afganistán, provocando enfrentamientos armados que dejaron un militar y un civil muertos, además de 29 heridos.

La oficina del presidente afgano Hamid Karzai afirmó que estos ataques obedecen a una venganza de extremistas luego de la eliminación de Osama Bin Laden, a quien los talibanes declararon ya mártir y aseguraron que su muerte dará un nuevo impulso a la lucha contra los ocupantes, Estados Unidos y sus aliados.

Al Qaeda y sus miembros terroristas, que sufrieron una importante derrota con la eliminación de Bin Laden en territorio paquistaní, intentan esconderla matando civiles en Kandahar y ejerciendo su venganza contra el pueblo inocente de Afganistán, apuntó el comunicado presidencial.

El portavoz de los talibanes, Yusuf Ahmadi, al reivindicar estas acciones dijo que los ataques fueron planificados hace más o menos tres semanas y se inscriben dentro de la ofensiva anual de primavera anunciada por la resistencia la semana pasada contra las tropas extranjeras y las fuerzas afganas gubernamentales.

Los ataques comenzaron con una explosión cerca del complejo del gobernador en el corazón de la ciudad y luego se escucharon explosiones en otras áreas, en lo que parecieron ser ataques coordinados, declararon funcionarios y un testigo en el bastión talibán.

Los tiroteos se iniciaron después de la primera explosión y el testigo afirmó que pudo ver hombres armados disparando desde un centro comercial de cinco pisos hacia el recinto del gobernador, desde donde fuerzas de seguridad devolvían el fuego mientras helicópteros sobrevolaban la zona.

Los talibanes están atacando el complejo habitacional del gobernador y la lucha está en curso, dijo Zalmay Ayoubi, portavoz del jefe estatal de Kandahar, Tooryali Wesa, desde el interior del recinto fuertemente custodiado.

El propio gobernador confirmó el saldo de dos muertos y 29 heridos, y precisó que hubo cuatro atentados, dos con coches bomba y otros dos con cochecitos a tracción humana, así como seis atentados suicidas. En cuanto a las dos personas que murieron, dijo que se debió a fuego cruzado.

Los rebeldes tomaron primero una escuela y un hotel en el centro de la ciudad, dijo Tooryali Wesa. Desde allí dispararon contra el edificio de gobierno, la municipalidad y la policía.

Ayoubi sostuvo que seis atacantes suicidas habían detonado explosivos cerca de blancos gubernamentales en la ciudad, incluyendo un recinto que pertenece al servicio de inteligencia, una base de fuerzas especiales extranjeras y puestos de control de la policía.

Las luchas entre militantes y fuerzas de seguridad no habían cesado en al menos tres lugares, agregó el vocero, y 29 personas han resultado heridas hasta el momento, incluyendo a seis policías, mientras el resto eran civiles.

Tras la primera explosión, pudo verse humo negro elevándose cerca del complejo de Wesa, que también rodea la casa del gobernador. Ayoubi indicó que el gobernador estaba adentro y a salvo.

Un portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, encabezada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dijo que fuerzas de la alianza estaban brindando seguridad en Kandahar en un rol de apoyo a las fuerzas afganas.

Kandahar, la cuna de los talibanes, ha sido el centro de operaciones militares en el último año. Comandantes estadunidenses y de la OTAN anunciaron algunos avances en seguridad, pero estos éxitos aún no han sido consolidados.