El libro 75 años de danza en el Palacio de Bellas Artes: memoria de un arte y un recinto vivos (1934-2009) es una radiografía que permite conocer en diferentes épocas a los protagonistas y sus creaciones, situándolos en el desarrollo del arte danzario, sostuvo la autora Margarita Tortajada Quiroz, quien presentó el volumen hace unos días en la sala Manuel M. Ponce del recinto de mármol.

La obra recopila un importante testimonio de las tendencias, las modas, los gustos, del tipo de programación de danza, el surgimiento de bailarines y compañías, la desaparición de algunas de ellas para dar paso a las nuevas propuestas, así como crónicas periodísticas que muestran un panorama del desarrollo dancístico en el país.

La publicación es un registro de todo lo que se ha bailado en el Palacio de Bellas Artes; busca difundir la creación dancística a lo largo de siete décadas, explicó la integrante del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Danza (Cenidi-Danza) José Limón.

En este libro de consulta, la autora reunió información detallada de tres mil funciones de las mil temporadas de danza que se realizaron en este espacio, las cuales unió con las temporadas anuales del Ballet Folclórico de México.

La investigación realizada por Tortajada está divida en ocho apartados que revelan interesantes aspectos de una época así como las influencias en la disciplina, y da cuenta de las compañías que marcaron el género nacionalista dentro de la disciplina entre 1944 y 1953, entre ellas el Ballet de la Ciudad de México.

También se incluyen testimonios sobre la diversidad de la danza y la impronta de Amalia Hernández con el Ballet Folclórico de México; la figura de Raúl Flores Canelo es fundamental en la investigación, ya que se convirtió en una especie de institución múltiple dentro de la danza moderna mexicana.

Premios, homenajes a los protagonistas y la creación de compañías independientes complementan el libro de los 75 años de danza en el Palacio de Bellas Artes, que surgió como parte de la colección del 70 aniversario del recinto, pero que no se publicó, sino hasta cinco años después.

Margarita Tortajada señaló que el interés de publicar esta obra tiene que ver con el deseo de reconstruir la historia de la danza y en concreto la que se presentó en el Palacio de Bellas Artes, considerado el máximo recinto del arte mexicano.

La también autora de Danza y poder recordó que la primera función de la expresión en Bellas Artes fue el 2 de octubre de 1934, dos meses después de su inauguración: La compañía más prestigiosa del mundo en esos momentos, el Ballet Ruso de Montecarlo, avasalló a los espectadores con la síntesis de tradición y modernidad de su propuesta artística, indicó la especialista en danza.