Sin la presencia de sus dirigentes históricos, actos que no consiguieron interesar a la militancia al cuestionar la vocación casi suicida de su dirigencia, y una reunión que parecía organizada para el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) festejó ayer su 22 aniversario.

Tras una intervención de apenas dos minutos del dirigente nacional, Jesús Zambrano, y un llamado de la secretaria general, Dolores Padierna, a rescatar al partido, el escenario fue prácticamente cedido al jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien acompañado por el gobernador aliancista de Guerrero, Ángel Aguirre, y el ex presidente del partido y actual gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, llamó a las izquierdas a crear este mismo mes el procedimiento que defina al aspirante mejor posicionado para 2012, en el que se contemplen al menos dos debates y una consulta nacional para que, a más tardar en noviembre, se conozca al abanderado de las fuerzas progresistas para las elecciones presidenciales.

Ante más de 60 mil personas que se reunieron en la explanada del Monumento a la Revolución y sus alrededores, Ebrard insistió en la unidad del partido y dijo que rumbo a las elecciones del próximo año es necesario un solo candidato, un solo programa y una sola izquierda.

Propuso que los debates tengan lugar en octubre, para que la gente sepa qué propone cada cual, qué significa cada cual y la consulta nacional en el mes de noviembre, en la que se le pregunte a la opinión pública quién debe ser el candidato a la Presidencia de la izquierda mexicana.

Y que nos sujetemos todos, desde ahora lo digo, a los resultados de esa consulta nacional. Yo desde ahora les digo: me voy a sujetar a lo que diga la opinión pública. Si dice que el candidato es el de la voz, conforme a la ley actuaremos para estar en 2012. Si la opinión pública dice otra cosa, lo voy a respetar porque soy una gente de palabra y porque la izquierda debe dar una lección de quiénes somos, de que nos respetamos y de que somos capaces de tener unidad.

Con breves discursos, apresurados por la amenaza de lluvia y el fuerte viento que derribó el atril y las mantas del templete, la ceremonia del aniversario perredista fue en los hechos el destape formal de Ebrard ante un auditorio mayoritariamente capitalino, que lo convirtió en el orador principal, por encima de la secretaria general, Dolores Padierna y el presidente nacional, Jesús Zambrano.

Toda su intervención se centró en recordar los logros de los gobiernos de izquierda en el Distrito Federal, y en reiterar que aspira a la Presidencia de la República, porque no soy un político mediocre y porque se ha preparado 30 años para este momento, dicho esto ante la dirigencia en pleno de Nueva Izquierda y funcionarios del gobierno capitalino.

Los modestos festejos por este 22 aniversario iniciaron por la mañana, con una conferencia magistral del historiador y ensayista político Enrique Semo, quien a contrapelo de los discursos vespertinos aseguró que el PRD se encuentra sumido en una profunda crisis, que ha debilitado al partido en sus lazos ideológicos, morales y políticos.

Semo expresó su angustia por la situación que vive el PRD. Es deprimente para la gente de izquierda ver cómo en el PRD, en una vocación casi suicida, se pelean los dirigentes por cuestiones que no son las que interesan al pueblo, sino por problemas internos de poder, dijo a los perredistas asistentes.