Organizaciones de defensa de derechos humanos se reunieron ayer con el presidente de Alemania, Cristian Wulff, a quien expusieron sus preocupaciones por la situación de las garantías individuales en el país. Uno de los temas abordados fue la importancia de que la reforma constitucional en esa materia sea aprobada en las entidades federativas.

Otros temas sobre los que conversaron con el presidente de Alemania fue la visión de seguridad que ha impulsado el Estado mexicano y el acceso a la justicia.

Acerca de la reforma del sistema de justicia, las organizaciones resaltaron la necesidad de pugnar por un equilibrio entre los derechos del imputado y de la víctima. Solicitaron a Wulff que los recursos que su país destine a México tengan un seguimiento, con la finalidad de que la capacitación beneficie a todos los actores del sistema de justicia de manera equilibrada.

También dialogaron sobre la estrategia oficial en materia de seguridad y derechos humanos, que se aplica con especial énfasis en el fuero militar, y los abusos cometidos por militares; la situación de vulnerabilidad de los activistas y la impunidad que existe por la falta de investigaciones en cuanto a las agresiones y homicidios sufridos por esta comunidad, lo cual ha sido incluso señalado por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.

Como ejemplo, las organizaciones señalaron al mandatario alemán que sólo para el estado de Guerrero se han otorgado 107 medidas precautorias para protegerlos. En resumen, se vislumbra un difícil contexto para defender los derechos humanos en México por la falta de aplicación de medidas de protección.

En la reunión, los grupos civiles plantearon la violencia feminicida en Ciudad Juárez y en el país; subrayaron que la impunidad y la simulación son responsabilidades principales del Estado mexicano, que mantiene la cultura de la discriminación por género contra las mujeres.