Con la experiencia de varias décadas en el arte del movimiento, Colombia Moya aseguró que el crítico puede ser un puente, un traductor que gane público para que la danza sea cada vez más comprendida. Ésta es parte de la expresión de cada cultura, de cada pueblo, y traduce la rabia o el romanticismo que guarda el artista.

Moya, autora de la columa Andanzas de este diario, sostuvo que si bien la crítica de danza es una labor difícil, es un trabajo importante que necesita de conocimiento y pasión, y de una habilidad de seguir los vericuetos del diseño anatómico en la técnica, en la expresión de los bailarines, para traducir y llevar al público esa emoción.

Bailarina, coreógrafa, promotora y periodista cultural, Colombia Moya participó en la mesa redonda La crítica de danza hoy: una reflexión necesaria, que reunió a especialistas en el tema como a Alberto Dallal, Patricia Cardona, Rosario Manzanos y Patricia Pineda. En el panel también participó Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura capitalina, organizadora del encuentro.

Hay que reinventar un poco

En su intervención, Colombia Moya señaló además que el periodismo cultural es difícil en todas partes. En el caso de la danza, para definir un arabesco, un giro, un salto, una expresión fugaz, hay que reinventar un poco, captando la esencia del artista, la esencia del fenómeno de la creación.

En esta mesa de análisis, realizada en el teatro Benito Juárez, los participantes coincidieron en que el escenario para el arte y la crítica en medios es de crisis y de tiempos difíciles, pero que ambos caminos deben seguirse transitando, porque son imprescindibles, se complementan y tienden puentes para el artista y para el público.

Elena Cepeda, luego de destacar las actividades por el Día Internacional de la Danza, organizadas por la Secretaría de Cultura capitalina, dijo que la mesa redonda es parte del ciclo de encuentros de crítica artística, cuyo objetivo ha sido convocar a varios de los críticos más destacados de teatro, literatura, artes plásticas, cine, danza y música a construir un espacio de reflexión acerca del papel de la crítica en México, su posible repercusión en los procesos creativos y en las políticas culturales.

En tanto, el escritor Alberto Dallal, autor, entre otros libros, de Estudio sobre el arte coreográfico, aseguró que la primera tarea del periodista y del crítico es elaborar un lenguaje adecuado, personal, y compartirlo con los lectores. Después de eso se van descubriendo las posibilidades de creación.

Patricia Cardona, autora del libro La nueva cara del bailarín mexicano, apuntó que los beneficios de la crítica son tan personales que a la larga acaban favoreciendo a una comunidad determinada y de la manera más impredecible.