Ante la necesidad y el compromiso artístico de reflejar la actual realidad del país, como el narcotráfico, la violencia, los feminicidios, la violación de los derechos humanos, el acoso y hostigamiento escolar, la inseguridad y la represión social, entre otros problemas, en el Foro Shakespeare se realiza el Ciclo de Teatro Útil, el cual integra puestas en escena y lecturas dramatizadas, con reflexiones y debate al final de cada función.

El ciclo, coordinado por Humberto Robles, no sólo trata obras de teatro, sino también de abrir un espacio a la conciencia y la reflexión de los propios creadores escénicos y del público sobre la realidad actual que nos afecta y de la que somos víctima todos.

Este ciclo se creó lanzando una convocatoria en diversos medios, desde boca en boca, hasta por Facebook y Twitter. Para ver quién quería apuntarse. Fue así como se fue armando una programación que integra diferentes géneros, desde teatro documental hasta comedia, comentó Robles. Además de que 20 por ciento de la taquilla se dona a una organización vinculada a cada uno de los temas.

La cartelera teatral de nuestro país es de las más grandes del mundo, dice Robles, pero cuando uno se fija cuántas de esas obras son de utilidad, respecto de que reflejen nuestra realidad inmediata, lamentablemente son muy pocas. Si bien es cierto que la gente se quiere divertir, pues está harta de leer el periódico y ver en las noticias la violencia de siempre, igual se tiene que abrir un espacio que sea útil a la sociedad.

Los creadores escénicos mexicanos “vamos muy atrasados en ese aspecto, para como se encuentra la situación en el país en estos momentos.

“Siento que los artistas –insiste Robles– se están quedando atrás, cuando por desgracia tenemos muchos temas que abordar, ya que si no somos nosotros, quién lo va hacer, quién va a dejar testimonio de lo que ocurre en México.

No digo que tengan que ocupar el ciento por ciento de su tiempo y que dejen de hacer otras cosas, pero creo que es muy urgente que se comprometan creativamente.

Robles se lamenta y se sorprende de que ciertos autores reconocidos en el ámbito teatral estén tan ausentes de escribir, dirigir o de montar una obra con tal compromiso, pero sí hay grupos menos conocidos con propuestas muy interesantes. Sin embargo, añade, aquí el que haga algo útil será bienvenido.

El Ciclo de Teatro Útil arrancó con el montaje Nosotros somos los culpables, en torno al incendio de la guardería ABC, en el que fallecieron más de 30 niños. Durante abril se presentó la lectura dramatizada Te prometo, encadenado, de Édgar Álvarez Estrada, y los montajes Bang! Bang! Estás muerto, con Crearte Grupo Teatral, de Monclova, Coahuila, en beneficio de Seraj (Servicios a la juventud), y La tabla de Poleo, dirigida por Alexandro Guerrero, a beneficio de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa.

Este último trabajo escénico se inspiró en un capítulo del libro Huesos en el desierto, escrito por Sergio González Rodríguez, el cual se centra en los vínculos que hay entre la fe religiosa, la brujería y el narcotráfico.

El título del montaje fue tomado de una prueba pericial desaparecida por la policía en Ciudad Juárez. De acuerdo con Humberto Robles y Alexandro Guerrero, en un terreno semidesértico de Lomas de Poleo a las afueras de esa urbe fronteriza, descubrieron una cabaña de madera en medio del desierto.

“Afuera de ésta encontraron velas negras y rojas, y una tabla de unos dos metros de alto y 1.5 metros de ancho, llena de dibujos: en el centro de una de sus caras, la tabla tenía la imagen de un escorpión y en uno de los lados estaban las figuras de tres mujeres desnudas, de cabello largo, sentadas en bancos con la mirada hacia el escorpión. Debajo se hallaba la figura de una mujer sin ropa, recostada y maniatada.

“Encima del escorpión, hacia su lado derecho, había cinco o seis soldados dibujados de pie, detrás de unas matas de mariguana. En la parte baja de la tabla había trazos similares y entre unas hojas se asomaban los rostros encapuchados de cuatro hombres.

“En la parte alta de la tabla había un signo de baraja, un As de espadas.

“Además, dentro de la cabaña había un escenario muy parecido: huellas labiales en las paredes, cera negra en el piso, ropa femenina y manchas, aparentemente de sangre fresca. Al día siguiente, agentes de la policía judicial de Chihuahua exigieron a los voluntarios que habían encontrado la tabla que la entregaran. Al poco tiempo las autoridades dirían que la tabla había sido enviada a otra ciudad para analizarla. Hasta ahora el paradero de esta prueba es desconocido, como si nunca hubiera existido.

Esa tabla se pudo haber decodificado, pero las autoridades la desaparecieron, señaló Robles.

El Ciclo de Teatro Útil continúa este mayo con las siguientes propuestas escénicas: hoy, con Las flores de Atenco, dirigida por Claudia Aguirre, con el grupo El Otro Teatro, en beneficio del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, obra que recoge los testimonios de las mujeres violadas en esa población.

El 11 de mayo se presentará La cerradura de Josefa, dirigida por Amerika Moreschi, a beneficio de la organización Cihuatlalpan Mujer Tierra y, el 18 de mayo se escenificará Las peores, con el grupo Tepalcates Producciones. Obra en torno a las presas políticas.

La cita es todos los miércoles a las 20 horas en el Foro Shakespeare (calle Zamora 7, colonia Condesa, a una cuadra de la estación Chapultepec del Metro).