El académico de la UNAM propone proyecto de conservación en Xochimilco
Apoyado por la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda, consiste en construir refugios para esos animales, endémicos de ese lugar
Busca ayuda de chinamperos
Miércoles 4 de mayo de 2011, p. 2
De 1998 a 2008 la población de ajolote Ambystoma mexicanum, especie endémica de Xochimilco, pasó de 6 mil ejemplares por kilómetro cuadrado a sólo 100 en el mismo espacio, lo que refleja el alto grado de deterioro ambiental en la zona, aseguró Luis Zambrano González, jefe del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Alertó que de no instrumentar un proyecto viable para la conservación de esta especie, importante para el ecosistema de la ciudad de México, se extinguirá en 10 años.
El investigador encabeza un proyecto para la recuperación de ese anfibio en los canales de Xochimilco, que ya cuenta con el apoyo de la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Estamos a la espera que fluyan los recursos; son poco más de 10 millones de pesos para echar a andar el proyecto. Suficientes para la planeación a corto plazo y buena semilla para conseguir más presupuesto tanto de instituciones nacionales como internacionales para el largo plazo
, indicó.
Explicó que consiste en generar, con apoyo de los chinamperos, refugios de protección para los ajolotes en 15 o 20 por ciento de los canales de Xochimilco, con lo que en 10 años la población de de esos animales aumentaría a mil por kilómetro cuadrado.
Los refugios se construirían con filtros rústicos de tezontle y plantas de bajo costo y fácil mantenimiento, para impedir el paso de contaminantes y de especies exóticas, como la carpa y la tilapia, que se alimentan de los huevos y de los ajolotes juveniles. Con esto, informó, además de proteger a los anfibios, la calidad del agua mejoraría.
También podríamos generar cultivos ecológicamente amigables que darían a los productos de los chinamperos un valor agregado, pues se cultivarán en aguas menos contaminadas y donde se protege a una especie en peligro.
El académico explicó que son tres los factores que han puesto al borde de la desaparición la especie: la introducción no planificada para el acuacultivo
en la década de los años 70 de la carpa y la tilapia; la contaminación de los canales, y la urbanización de la zona. Resaltó que el territorio de conservación del Distrito Federal se urbanizó 17 por ciento entre 1973 y 2002, mientras de 2005 a 2009 el porcentaje se duplicó.
Labor de convencimiento
Convencer a los chinamperos de participar en el proyecto no ha sido fácil
. Miembros del laboratorio de Zambrano han trabajado en la zona durante 10 años y poco a poco se han ganado la confianza de los habitantes de la región.
Concretar el rescate sería fundamental para la biodiversidad de la capital del país. Mantener a los ajolotes implicaría tener un mejor ambiente en la ciudad y convertir a Xochimilco en un punto muy fuerte de sustentabilidad que proporcionaría agua, clima, comida, aire y vegetación.
Alertó que la pérdida de esta especie sería tan grave como si el oso polar desapareciera en el Polo Norte, pues ambas posibles extinciones revelarían el impacto del calentamiento global y la falta de capacidad de los humanos para conservar los recursos naturales en el planeta.
El proyecto aún no cuenta con el apoyo de autoridades capitalinas. Zambrano –quien ha sido una de las voces opositoras a la supervía, proyecto apoyado por el gobierno de la ciudad– confió en que los funcionarios del Distrito Federal se den cuenta de la relevancia de la preservación del ajolote. “Hay que separar las cosas; soy un activista contra la supervía, porque me preocupa el ambiente, pero éste es un proyecto diferente, ojalá así se entienda.”