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Unas dos mil millones de personas verán la ceremonia del enlace de Kate y el príncipe Guillermo

La boda real paraliza a Londres; cunde la fiebre por el mundo

Habrá despliegue de pompa y circunstancia como no se había visto desde hace más de 30 años cuando se casaron Carlos y Diana

En Westminster será un acto de patriotismo extravagante

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Los reyes de Grecia Constantine II (tercero a la derecha) y Anne-Marie (quinta a la derecha) son recibidos por otros invitados a una cena en la víspera del casamiento.Foto Reuters
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Entrega de equipaje en el hotel donde Kate pasó sus últimas horas de soltera junto con su familia.Foto Reuters
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Uno de los guardias en el centro de LondresFoto Reuters
The Independent
Periódico La Jornada
Viernes 29 de abril de 2011, p. 9

Londres, 28 de abril. Hasta dos mil millones de personas en todo el mundo observarán este viernes a una mujer de 29 años, originaria de Reading, unirse a la familia real británica.

Se espera que buena parte de Gran Bretaña paralice actividades en un nuevo día de asueto bancario. Muchos se ubicarán frente al televisor a partir de las 10 horas para observar el despliegue de pompa y circunstancia como no se había visto aquí desde la boda del príncipe Carlos y Diana Spencer, hace 30 años.

Kate Middleton se casará con el príncipe Guillermo en una ceremonia espectacular, de un patriotismo extravagante, en la abadía de Westminster.

Aunque sólo 37 por ciento del pueblo se considera sinceramente interesado y emocionado por la boda, según un sondeo realizado a principios de esta semana, se planean más de cinco mil fiestas callejeras para este día, y es probable que haya muchas otras improvisadas, entre reportes de escasez de banderines en toda la nación.

Miles de curiosos de todo el mundo llevan días durmiendo en el pavimento de Westminster, acampando alrededor de la abadía, donde esperan poder echar un vistazo a los novios.

Pronostican tormentas

Los pronósticos del tiempo han advertido acerca de posibles tormentas sobre las multitudes –hasta un millón de personas– que ya bordean la ruta de la procesión o se han congregado fuera del palacio de Buckingham para observar la aparición de la pareja en el balcón.

Una enorme presencia de medios, incluidas todas las cadenas estadunidenses, lleva varios días emplazada en preparación al acto, el cual se transmitirá en vivo en Estados Unidos, la comunidad británica y el resto de Europa, entre otras regiones. Una gran operación de seguridad se lleva a cabo desde hace semanas para prevenir cualquier intento de perturbación. Este jueves Scotland Yard arrestó a 20 paracaidistas en una cadena de operativos callejeros.

La novia hará la procesión de tres minutos y medio por el pasillo central del brazo de su padre, acompañada por la obra coral I was glad, de Hubert Parry, compuesta para la coronación de Eduardo VII en 1902.

El príncipe Guillermo, de 28 años, vestirá la túnica roja de oficial de la guardia irlandesa y colocará en el dedo de su novia una argolla de oro, hecha por la casa Wartski, titular de la concesión real. Ella seguirá a su vez una tradición moderna impuesta por la madre de Guillermo, Diana, al prometer amar, confortar, honrar y guardar a su marido, en vez de obedecerlo.

Guillermo, como los príncipes herederos anteriores, no llevará un anillo. La hermana de Kate, Pippa, será madrina y testigo, en tanto su hermano James hará la única lectura, de Romanos 12: 1-2, 9-18, que comienza: Los exhorto, por la misericordia de Dios, a ofrecer su cuerpo como un sacrificio vivo, sagrado y grato a Dios, su adoración espiritual. No se conformen a esta época, sino sean transformados por la renovación de su mente, para que puedan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo que es bueno, grato y perfecto.

Crown Imperial

Los recién casados dejarán la abadía al final de la ceremonia de 90 minutos a los acordes de Crown Imperial, de William Walton, que también se tocó en la boda de los padres de Guillermo.

Kate Middleton pasó su último día de plebeya participando en un ensayo general y sonriendo a los medios, que sitiaron el hotel The Goring, donde ella se hospedó. La noche del jueves el príncipe se reunió en la casa Clarence con su padre, con la duquesa de Cornwall y con su hermano Harry, que será su padrino.

Más tarde, la reina ofrecerá una comida para la pareja, aunque ni ella ni el duque de Edimburgo asistirán a la reunión de etiqueta por la noche, en la cual se espera que los amigos de los novios prolonguen la fiesta hasta el amanecer.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya