Washington, 27 de abril. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) rebajó las expectativas de crecimiento para este país en 2011, informó su presidente, Ben Bernanke, poco después de que el organismo decidió mantener los tipos de interés de referencia en su mínimo histórico de entre cero y 0.25 por ciento, sostenido desde diciembre de 2008, como reacción a la grave crisis financiera.

De acuerdo con las previsiones elaboradas tras una sesión de dos días del Comité de Política Monetaria, la economía estadunidense crecerá entre 3.1 y 3.3 por ciento este año, menos que la proyección de enero pasado, que era de entre 3.4 y 3.9 por ciento.

La revisión a la baja refleja un crecimiento más lento de lo anticipado al comienzo del año, señaló Bernanke; sin embargo, apuntó que el comité considera que se trata de una situación transitoria, por lo que espera que la recuperación continúe a un ritmo moderado a lo largo de 2011.

La Fed también elevó sus proyecciones de inflación: en enero preveía entre 1.3 y 1.7 por ciento, pero ahora la sitúa entre 2.1 y 2.8 por ciento, debido sobre todo al incremento del precio de la gasolina y otras materias primas.

Bernanke señaló que la Fed espera que la inflación vuelva a un nivel más normal. Creemos que los precios de los combustibles no van a seguir creciendo al mismo ritmo que ahora y, a medida que se estabilicen o bajen, eso provocará cierto alivio en el frente de la inflación, agregó en la primera conferencia de prensa en 97 años que da un titular de la Fed, tras su reunión sobre política monetaria.

Por otro lado, Ben Bernanke consideró crucial que Estados Unidos afronte el problema de su deuda, al subrayar que el nivel de endeudamiento del país es el desafío más importante a largo plazo para su economía. Al menos a largo plazo, es el problema económico más importante que enfrenta Estados Unidos, dijo en la inédita conferencia de prensa.

Para la Fed las expectativas actuales de la economía justifican niveles excepcionalmente bajos de la tasa por un periodo prolongado. La Reserva anunció que mantendrá su política monetaria ultra flexible, considerando que la recuperación económica del país opera a un ritmo moderado.