Misurata, 26 de abril. Las fuerzas leales al líder libio Muammar Kadafi atacaron este martes el puerto de esta localidad, único enlace de la asediada ciudad rebelde con el exterior, pero los insurgentes aseguran que ésta es una batalla perdida para el gobierno.

Trípoli solicitó una cumbre extraordinaria de la Unión Africana para movilizar al continente y una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas sobre el bombardeo de zonas civiles y el intento de tomar por objetivo a Kadafi.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) rechazó que Kadafi hubiera sido su objetivo en el bombardeo los primeros minutos del lunes contra el complejo de edificios Bab Aizizia, donde vive el líder libio, y precisó que el blanco fue un centro de comunicaciones utilizado para coordinar ataques a la población civil del país norafricano.

Ls ministros de Defensa estadunidense y británico, Robert Gates y Liam Fox, reunidos en Washington, declararon que la oficina de Kadafi constituye un blanco legítimo.

Siempre consideramos que los centros de comando y control son blancos legítimos y los hemos destruido, dijo Gates a periodistas tras una reunión con su par británico, Liam Fox.

El ministro británico dijo además que la situación en Libia registró avances en los últimos días, sobre todo en Misurata. Está claro, agregó, que el régimen está en mala situación.

Una decena de proyectiles cayeron en el puerto, 12 kilómetros al este de Misurata, único vínculo con el mundo exterior, en la medida que las fuerzas de Kadafi han cortado los accesos por carretera.

Al menos tres refugiados africanos murieron cuando los proyectiles estallaron en un campamento instalado junto a la costa, según médicos locales y periodistas en el lugar.

Aviones de la OTAN sobrevolaban la ciudad, donde también podían escucharse explosiones intermitentes, después de un periodo de calma de 24 horas. Según periodistas en el puerto, los aparatos efectuaron al menos un ataque.

Por su parte, el presidente venezolano Hugo Chávez anunció que una delegación libia llegó a su país para buscar una solución pacífica al conflicto y acusó a la comunidad internacional de querer matar a Kadafi.