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El músico celebrará el sábado a los pequeños y 40 años de carrera en el Cenart

Los niños nos enseñan a ser más sinceros, afirma Valentín Rincón

Presentará su disco De Rusia a China pasando por la tienda de Jonás, en concierto de entrada libre

El Estado no pone la atención necesaria a lo que escuchan los infantes, lamenta

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Al componer, mi responsabilidad es ofrecer calidad, dice Valentín RincónFoto Jazmín Rincón
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de abril de 2011, p. 8

Valentín Rincón es creador, junto con Gilda y César, de la agrupación Los Hermanos Rincón, que desde principios de los años 70 han grabado más de 20 discos con temas, rondas y juegos tradicionales de la lírica infantil mexicana, al margen de las grandes firmas productoras. Continúa con el tradicional programa radiofónico Trovando para los niños, de Radio UNAM, y ahora, en el plano solista, presentará su reciente producción

De Rusia a China pasando por la tienda de Jonás (Ediciones Pentagrama), con el que no sólo festejará este sábado 30 de abril el Día del Niño, sino también sus 40 años de carrera.

Justo ese día cumplo 40 años de artista que canta a los niños. Cuatro décadas de dedicarme a algo que siempre me gustó mucho: comunicarme con los niños por medio de las canciones me hace sentir realmente dichoso. También quiero decir que no habría podido realizar esta trayectoria sin la colaboración de mi hijo Andrés, de mi sobrino Omar, de mis hermanos Gilda, César, Eréndira, de mi sobrina Alina y de toda una pléyade de amigos cantantes y parientes que han integrado por muchos lustros el clan de Los Hermanos Rincón.

Este 30 de abril, en el Centro Nacional del Arte (Cenart), interpretará las canciones del nuevo cedé y las clásicas, como La vaquita de Martín y El niño robot. “De nuevo cantaremos Laika, dedicada a la perra que no pidió permiso para ser astronauta y que se quedó dando vueltas en el espacio; Nadie es perfecto, Las focas, La tienda de Jonás, El dragón Chan Klon, Chango chino Chiflador, Quién da más, Can Labrador, más una que otra de las infaltables, como Lagartija, El arcoiris, que gusta más a las niñas que a los niños, pero todavía más a las mamás, porque una pequeña pide a su madre que le lleve las tijeras para recortar una de las cintas que está arrojando el cielo, para amarrarse las trenzas.”

Por otro lado, Valentín Rincón agregó: “En México, el Estado no pone la atención necesaria a lo que escuchan musicalmente los niños, puedo decir que ni el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), aunque tiene Alas y raíces, que vale mucho la pena. De las televisoras ni hablar, su programación deja mucho que desear”.

Para el cantautor un niño “es un ente maravilloso que nos enseña a ser más sinceros, a tener menos prejuicios. Es receptivo a lo que uno le dé, pero también es crítico. ¡Uf! Si uno no es sincero con él... ¡te cacha de inmediato! Desde otro punto de vista, es el cachorro del ser humano.

De los niños he aprendido a expresarme con gestos y ademanes. Ellos usan mucho eso. Si río se ríen.

Valentín es contador público, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Al mismo tiempo hice la carrera de música, concretamente guitarra. Sólo tres años.

Con su hijo Andrés conduce un programa que se transmite por Radio UNAM.

–¿Qué significan Los Hermanos Rincón hoy, para usted?

–Dicen que somos hoy una institución, pero yo hoy me presento con otros músicos, con una integrante de lo que fue aquel grupo, Adriana Portillo. Claro, en el lugar que toque me siguen relacionando con el proyecto del que salieron muchas canciones. En el programa de radio ponemos canciones de todos los autores que nos gustan, pero el público nos sigue pidiendo las creaciones de Los Hermanos Rincón. La más solicitada es El niño robot. El gusanito medidor es la que más han elegido otros grupos para grabarla, tanto de México como de otros países, como España y Colombia.

No puedo decir que haya habido plagio, pero sí que se han grabado sin dar el crédito. En todos los casos he demandado y he ganado. Con Televisa, en el programa en el que salía Mafafa Musguito, hice varias canciones y usaron dos. Cuando se grabaron no estuvieron correctos los créditos. Llegamos a un acuerdo.

A través de los años hemos llegado a la conclusión de que lo que pretendemos es dar la mayor calidad que podamos, tanto en música como en letras. Esa es la responsabilidad de hacer canciones para niños, para nosotros. Las canciones para niños, ellos las toman para sí. Pasan a ser parte de ellos. Creo que lo que hemos hecho ha sido constructivo, según nos lo han hecho ver los papás.

Marginan hasta a Cri Cri

–¿El Estado mexicano cuida la calidad de las canciones que escuchan los niños?

–No. La verdad, he sabido de un presidente, que no es el actual, sino el anterior, que casi casi es lo mismo, que dijo que iba a invitar a un artista de niños a Los Pinos, y llevó a uno muy comercial. Eso me hizo pensar en que quizá no sepa ni de nuestra existencia. Pienso que hasta Cri Cri está un poco marginado. Los medios promueven cosas que tienden al consumismo.

No ve tele y de radio sólo escucha Radio UNAM. Inclusive, en Radio Educación deberían de conocer más de los creadores para niños.

La cita con Valentín y sus compañeros músicos es el próximo sábado, a las 14:30 horas, en la Plaza de las Artes del Cenart. Entrada libre. Su programa Trovando para los niños, en Radio UNAM, 96.1 de FM, se transmite los domingos a las 10 de la mañana.

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