Martes 26 de abril de 2011, p. 35
El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Víctor René Rodríguez, manifestó su total rechazo y condena a los hechos acaecidos ayer, por la irrupción violenta y la profanación del espacio más sagrado de la Iglesia católica, como es la celebración de la sagrada eucaristía
en la Catedral Metropolitana.
Manifestamos nuestra más enérgica reprobación por tan lamentables acontecimientos
, pues quienes ingresaron no se conformaron con interrumpir la santa misa, sino que lastiman un sentimiento religioso con la destrucción de la imagen de nuestra madre santísima, María de Guadalupe.
Tras externar su total comunión y solidaridad
con la arquidiócesis de México y su arzobispo primado, Norberto Rivera Carrera, planteó su preocupación por la frecuencia con que se repiten estos deplorables hechos, principalmente en la Catedral Metropolitana, atentando contra la fe y agravando el clima de incertidumbre, violencia e inseguridad que flagela a nuestro México, sin procurar hasta ahora medidas eficaces de parte de las autoridades para prevenir estos sucesos
.
En la página electrónica de la CEM, monseñor Rodríguez Gómez sostuvo que la ambigüedad de las leyes que prevalecen en el Estado mexicano y la falta de una plena libertad religiosa continúan creando las condiciones propicias para la intolerancia y, por consiguiente, el acotamiento a las expresiones de fe, en público o privado, limitando con esto un derecho humano fundamental
.
A quienes ingresaron a la Catedral Metropolitana los llamó un grupo carente de sensibilidad hacia la fe que profesa el pueblo mexicano
, sobre todo porque su irrupción violenta
se realizó en el momento en que el cardenal Rivera Carrera presidía la eucaristía de la resurrección del Señor
.
Rechazan la intolerancia religiosa
La Comunidad Cristiana Evangélica de México censuró los hechos ocurridos el domingo en la Catedral Metropolitana, tras subrayar que no es la manera mediante la cual desarrollamos nuestro ministerio, no son conductas avaladas por la doctrina que nos rige y, por lo tanto, la violencia o cualquier tipo de intolerancia religiosa no es nuestro estilo de vida
.
Tras denunciar que la Iglesia cristiana evangélica también ha sido víctima de ese tipo de sucesos, en múltiples ocasiones en grados infrahumanos
, demandó que con celeridad y rigor legal se imponga el estado de derecho para sancionar esas conductas.