Gelsenkirchen, Ale, 25 de abril. El Schalke 04 vivirá mañana una de las noches más importantes de su historia al jugar su primera semifinal de la Liga de Campeones de Europa, frente al Manchester United, un veterano de la justa.

En este duelo, el delantero Javier Chicharito Hernández tendrá la posibilidad de batir otro récord: el del jugador mexicano con más goles en su año de debut en Europa. Los 19 tantos que metió en Copa, Premier y Liga de Campeones lo dejan a sólo uno de los 20 convertidos por Luis García con el Atlético de Madrid en 2002-2003, su primera temporada europea.

Si el técnico Alex Ferguson no cambia de táctica, Chicharito será titular. Sus posibilidades se amplían porque el búlgaro Dimitar Berbatov está lesionado.

La definición del finalista será en gran parte un duelo entre ilusión y experiencia. Sabemos que no somos favoritos, pero esa era también la situación frente al Inter de Milán, señaló el entrenador del Schalke, Ralf Rangnick, sobre la sorprendente victoria de los alemanes ante el defensor del título en la fase de cuartos.

Tenemos un equipo en promedio tres o cuatro años menor, dijo Rangnick. Pero el hecho de tener una plantilla menos experimentada implica también que jugará con más pasión y ambición, dijo.

Del lado del Manchester, tricampeón en la máxima justa europea, la experiencia tiene nombre propio: Alex Ferguson. El histórico entrenador, de 69 años, está a dos pasos de ganar su tercera Champions e igualar así a Bob Paisley, el técnico más exitoso en la historia del torneo.

El logro cerraría así un año perfecto para los Diablos Rojos ante la muy probable conquista de su Liga Premier número 19, que convertiría al equipo en el más exitoso en la historia del campeonato inglés.

Ferguson, por lo pronto, descartó pensar en Barcelona o Real Madrid como posible rival en una final, pues primero debe superar esta fase. No me gusta pensar más allá. Primero debemos enfrentar al Schalke y después veremos, mencionó.

Por lo que respecta a la otra semifinal –a jugarse el miércoles–, Sergio Ramos, defensa merengue, no quiso asumir el papel de favorito que el Barcelona (que no convocó al mexicano Jonathan dos Santos) concede a su equipo, y respondió al técnico rival, Josep Guardiola, por criticar hasta una decisión correcta del árbitro.

Si algo nos ha llevado al éxito es la sencillez, la humildad y el trabajo. Y esos son los valores que hay que tener presentes, aseguró el zaguero.

Agregó que le gustaría que fuera un partido limpio, sano, deportivo, que no haya teatro, que tengamos un árbitro que ni beneficie ni perjudique a alguien.

El silbante, por cierto, será el alemán Wolfgang Stark, un fanático del argentino Lionel Messi.