Nada para nadie en el juego disputado ayer en la cancha del estadio Azteca, dirigido a control remoto desde las tribunas por ambos técnicos –quienes estaban suspendidos–, en el que América y Atlante salieron a mostrar su mejor futbol, aunque se neutralizaron prácticamente durante los 90 minutos.

La igualada a un gol no dio a los visitantes el boleto a la liguilla y para los anfitriones sólo complicó un poco más su pase a la fase final del torneo Clausura 2011, aunque por ahora, en los números, Atlante se mantuvo en la cima del segundo grupo, con 24 unidades, y dejó en la tercera casilla del mismo sector al América, con 23 puntos. Todo se definirá, entonces, en la última jornada.

El partido no tuvo desperdicio. Fue movido, disputado, nadie se confió ni dejó sin disputar algún balón. Se entregaron como si fuera un cotejo de liguilla o la misma final.

El cuarto árbitro Miguel Ángel Flores llamó la atención en los minutos iniciales a Santiago Baños, quien desde la zona técnica, con un radio transmisor en la mano, servía de mensajero para comunicar a los jugadores las instrucciones que desde la tribuna giraba su técnico, Miguel Herrera, suspendido tres partidos.

Unos metros a la izquierda, Álex Domínguez trataba de guiar a los jugadores anfitriones conforme los lineamientos que dictaba el entrenador Carlos Reinoso, también sancionado.

Figura clave para los visitantes fue Christian Hobbit Bermúdez, quien se convirtió en un pistón para generar el movimiento en el equipo cancunense.

Encuentro animado entre cuadros urgidos de ganar: el visitante para amarrar la clasificación y el anfitrión para acercarse a esa instancia, aunque si bien mostraron parte de su arsenal, finalmente ambos tuvieron la pólvora mojada.

El venezolano Giancarlo Maldonado aprovechaba cualquier oportunidad para poner en aprietos al portero Guillermo Ochoa, quien en una jugada alcanzó a desviar con la rodilla un balón puesto con malicia en dirección de gol.

América tampoco estaba dispuesto a dejarse vencer, por lo que en un contragolpe el brasileño Rosinei Adolfo soltó un disparo desde fuera del área grande que se estrelló con violencia en el poste derecho de Moisés Muñoz; llegó Ángel Reyna para firmar el gol, anulado por posición adelantada.

Las jugadas de pizarrón dieron frutos. En un cobro de tiro de castigo de Pável Pardo, la defensiva atlantista salió en bloque para provocar el fuera de lugar, pero Ángel Reyna supo ubicarse en una posición segura para, de cabeza, abrir el marcador, con lo cual sigue en la cima de los artilleros, con 12 dianas.

Poco duró la emoción a los aficionados locales, ya que unos instantes después Bermúdez filtró el esférico a Maldonado, quien dentro del área cruzó a Ochoa con certero disparo para el empate, lo que hizo vibrar a la amplia tribuna azulgrana.

El defensa Luis Gerardo Venegas despeja el balón ante la presión de Rolfi MontenegroFoto Víctor Camacho

La presión y la dinámica se acrecentaban a cada momento. Los asistentes, que ocuparon más o menos la mitad de las tribunas del estadio, estaban atentos a cada jugada, con el grito a punto de estallar. Las acciones buscaban siempre la portería rival, pero a ratos el juego fuerte y en otras los balones largos o mal definidos dieron al traste con el objetivo de sacar diferencia en el marcador. Así se fueron al descanso del medio tiempo.

Emotivo complemento

Para el complemento, los cuadros se emplearon a fondo, lo mismo en pases al hueco que en jugadas de pizarrón, por lo que los porteros debieron enfriar cada intento.

Moisés Muñoz se llevó un susto cuando Montenegro se metió al área y soltó un fuerte disparo que alcanzó a desviar, y debió llegar su defensa para despejar lo más lejos posible.

Salvo en los cambios, ni un momento estuvieron quietos los jugadores e incrementaron las emociones, como cuando Vicente Sánchez trianguló con Reyna, pero el remate del uruguayo fue infructuoso. Momentos después el propio Reyna perdonó, ya que en vez de cruzar, buscó el primer poste, pero terminó por echar fuera el balón.

En la reunión con los medios, Carlos Reinoso –quien deseaba viajar a Brasil con la clasificación en la bolsa– se dijo molesto, enojado, porque hicimos un buen partido para liquidar, pero así es el futbol; es decir, no les alcanzó.

Explicó que el equipo tuvo demasiado desgaste, porque no paró de luchar los 90 minutos, y si bien físicamente no lo ve en su mejor forma, sí mostró mucho coraje y buen futbol.

América viajará este lunes a Brasil para enfrentar el miércoles al Santos, en la Copa Libertadores, y regresará para cerrar el fin de semana el torneo mexicano ante Pumas.

Momentos antes, Miguel Herrera apuntó que se va molesto con el desempeño del equipo, no por el resultado, porque desde la salida de Cancún a esta ciudad les advertí que lo único prohibido era perder.

El estratega consideró que las Águilas jugaron mejor, tuvieron más oportunidades de anotar, porque para nosotros sólo hubo una muy clara, la de (Giancarlo) Maldonado, y negó que su ausencia en la banca haya sido determinante, ya que un grito o un llamado de atención en la cancha no cambiaría, porque ellos saben que deben jugar conforme a lo que se trabajó en la semana. En la última fecha, Potros va contra Toluca.