En el mensaje que este domingo emitirá el cardenal Norberto Rivera Carrera asegura que la desigualdad social está en la raíz de muchos problemas que vivimos, y que por ello se debe asumir que los pobres son una consecuencia de lo que socialmente estamos haciendo todos.

Afirma que actualmente se experimenta una crisis moral motivada por la ausencia de una educación espiritual y social, la injusticia, la descomposición de la comunidad, la falta de credibilidad de las instituciones que tienen la vocación de servir a los demás, y llama a los capitalinos, sin importar la fe que profesen, a una renovación personal y familiar que haga posible una convivencia en la justicia y en la paz. ¡La Ciudad de México está herida, pero no muerta!.

Estima que, ante esta situación, debemos preguntarnos sobre la responsabilidad que tiene cada uno de los habitantes de esta ciudad por comunicar el aliento de vida que viene de Jesús.

Durante su mensaje pascual, emitido anoche en la Catedral Metropolitana, el cardenal abundó que en la organización de nuestra sociedad y en los valores sobre los que basamos la convivencia social está la causa de la pobreza, y añadió que la presencia de la pobreza material, cultural y espiritual, como manifestación del pecado de injusticia, nos obliga a un compromiso de lucha por el cambio de mentalidad, de costumbres, y a un cambio ético y de organización social de un sistema que se alimenta de la pobreza y, por lo tanto, la ve como normal.

Con motivo de la vigilia pascual, sostuvo que desligar a la evangelización de la desigualdad que lleva a la confrontación de los pobres con los menos pobres y con los abiertamente ricos, sería evadir este desafío crucial para el mensaje cristiano en el México de hoy.