Iglesias cristianas evangélicas llamaron a que México abandone la violencia y exhortaron a quienes la ejercen a redimirse y establecer un pacto para respetar la vida de quienes determinan abandonar ese tipo de actividades y seguir a Jesucristo.

En el contexto de la décimo cuarta Marcha de gloria, miles de integrantes de esas iglesias oraron por que en el país prevalezcan la paz y el respeto a la vida de todos. Aseguraron que quienes se dedican a actividades ilícitas pueden enmendar su camino.

El pastor Carlos Quiroa, presidente general de la marcha, organizada por Ministerios Buena Tierra, expresó que la petición de dejar la violencia es a todos, porque con esta situación no sólo se ven afectadas las familias de quienes se dedican a la delincuencia, sino también las de quienes la combaten y de nosotros, los terceros, los que estamos en medio. Por ello hacemos un llamado a reflexionar, sobre todo en esta época, en la que estamos más abiertos a las cosas espirituales.

Carlos Quiroa, quien se negó a calificar de criminales a quienes se dedican a actividades ilícitas porque cuando los llamamos así ya estamos cerrando la puerta a la posibilidad de un cambio, detalló que las iglesias cristianas evangélicas han corroborado, mediante sus ministerios carcelarios, que es posible cambiar esa forma de vida. Agregó que lo han conseguido con prisioneros de las Islas Marías, Ciudad Juárez, Tamaulipas, Sinaloa y Michoacán, a los cuales hemos logrado restaurar su vida, pensamientos y actividades; han rectificado su vida.

Expuso que en el caso de Ciudad Juárez han logrado transformar a 151 ex sicarios y secuestradores, y subrayó que ello demuestra que hay otros medios antes de ir a los últimos para rescatar a quienes hacen violencia. Citó el caso de Ramiro López, ex delincuente, quien luego de estar 70 veces preso ahora es un hombre que nos ayuda en la transformación de otros, testimonio que narra en el libro Libertando a los cautivos.

La marcha partió del circuito Gandhi y arribó al Zócalo capitalino, donde se realizó un acto religioso que estaba previsto durara hasta las 7 de la mañana de hoy. Estaremos rezando toda la noche por la paz, indicó. Agregó que “lograr un pacto es posible, pues ya lo hizo la Mara Salvatrucha en Guatemala.

A los que quisieron rectificar su vida y se convirtieron en cristianos les perdonaron la vida, no hubo represalias por dejar esas actividades. Nosotros queremos ayudar a restaurar vidas y debería haber un pacto entre ellos; se lo solicitamos.

La violencia también ha afectado a integrantes de esa confesión y a sus pastores. Según datos suyos, de 2008 a 2011, entre las iglesias afectadas en 11 entidades están Asambleas de Dios, Iglesia Bíblica Unida, Iglesia Mexicana del Evangelio de Cristo, Iglesia Adventista del Séptimo Día, Iglesia Apostólica y Centro Bíblico Familiar.

Un estado en el que se han reportado agresiones es Coahuila. Secuestraron a dos pastores de Iglesias Evangélicas en Acuña y Monclova; en Tamaulipas, por ejemplo, en los municipios de Abasolo, Camargo, El Mante y San Fernando hubo extorsiones a ministros, dos secuestros exprés de pastores y tres de miembros de su comunidad.

También en Sinaloa hay plagios: tres pastores y cuatro familiares cercanos, y en zonas como Guasave, Novolato, Rosario y Culiacán pastores han decidido pagar las extorsiones. Asimismo, hubo amenazas de rapto a ministros en Aldama, Carmargo, Delicias, Nuevo Casas Grandes y Ciudad Juárez.