a paz es el camino, consigna para la próxima marcha por la legalización de la mariguana. Después de una ardua negociación para conseguir permiso de las autoridades de nuestra ciudad, por fin el pasado miércoles se confirmó que la undécima marcha por el Día mundial por la liberación de la mariguana partirá del Zócalo capitalino el sábado siete de mayo a las 12 horas y llegará al Monumento a la Revolución, donde se realizará un breve mítin y habrá una tocada de rock, como en ocasiones anteriores.

En primera instancia, los organizadores de la marcha (convocada por diversas agrupaciones independientes), pretendían que se llevara a cabo en el parque México de la colonia Condesa, pero el permiso les fue negado, igual que para la Alameda del Centro Histórico. Los argumentos fueron de lo más endebles. Lamentablemente, a pesar de que el movimiento en favor de la despenalización de la mariguana ha crecido considerablemente en países como Estados Unidos (esta marcha se celebra simultáneamente en 300 ciudades del mundo), aquí las posturas oficiales se cierran de manera irreflexiva y prejuiciada en torno a la pertinencia despenalizadora, como alternativa viable para frenar la desproporcionada escala de violencia y muerte.

No consumo, pero me sumo, se lee en una de las pancartas que formarán parte de los clamores de esta marcha, que convoca a todas aquellas personas que incluso pueden estar en contra del consumo de drogas legales como el alcohol y el tabaco, pero en favor de la despenalización de la cannabis y hasta de otras sustancias inútilmente prohibidas (hay que insistir en que este movimiento no es en favor del consumo).

También es fundamental para los convocantes, en particular para la Asociación Mexicana para el Estudio de la Cannabis (Ameca) y el Colectivo por una Política Integral Hacia las Drogas (Cuphid), pugnar por una educación y concientización sobre las drogas; de ahí otra consigna más de esta marcha: Cultívate a ti mismo.

Ante un panorama tan confuso y angustiante, debido a la incontrolable guerra contra el narco, es importante reiterar que aunque el movimiento por la despenalización de drogas se suma a las manifestaciones impulsadas por el poeta Javier Sicilia y suscribe las consignas de No más sangre y Estamos hasta la madre, de ninguna manera debemos confundir el derecho responsable del consumo con su criminalización.

Una perspectiva antropológica

Afortunadamente, en medio de la vorágine de violencia contra la violencia y de protestas sin soluciones, existen esfuerzos que analizar el fenómeno de las drogas (el supuesto punto de partida de esta guerra inútil), desde perspectivas antropológicas, históricas y sociales como ocurrió los días 11, 12, 13 y 14 de abril en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde se reunió una treintena de especialistas con diversas perspectivas.

La conferencia inaugural la dió el experimentado especialista Julio Glockner, quien habló de Drogas, enteogenos y cultura; en diversos módulos se abordaron los temas: uso ritual de plantas sagradas; perspectiva histórica de las drogas, en la que los historiadores Axayácatl Gutiérrez y Guillermo Molina se refirieron a los Orígenes modernos de la prohibición de las drogas, y las políticas contemporáneas de las drogas, del doctor Gilberto López y Rivas, quien se hizo la pregunta: México ¿Estado fallido?, resulta obvia la respuesta.

Entre los expertos defensores de la despenalización estuvieron Jorge Hernández Tinajero y Leopoldo Rivera. Un consenso de este congreso fue: deben despenalizarse la drogas (una vez más hay que insistir que no se trata de hacer apología de ellas y mucho menos de su consumo; simplemente hay que romper todo prejuicio en torno y advertir que el verdadero problema es su prohibición).