Damasco, 23 de abril. Al menos 14 personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad sirias durante multitudinarios sepelios de íctimas de la represión del viernes, donde se cantó “Bashar Assad, traidor y larga vida a Siria abajo Bashar. Dos diputados renunciaron en protesta, mientras el gobierno lamentó los decesos y volvió a atribuirlos a conspiraciones y provocaciones.

Un activista en Deraa dijo que las fuerzas de seguridad impidieron que un convoy de esa ciudad y la vecina Houran llegara a Azraa, para participar en los funerales de 23 personas fallecidas en esa localidad en las protestas del viernes.

Según el activista, las fuerzas de seguridad sirias dispararon contra el convoy dejando al menos seis muertos. Esperamos más derramamiento de sangre pues la calles bullen de ira, afirmó.

Otro testigo aseguró que las fuerzas de seguridad del régimen del presidente Bashar Assad ingresaron en el hospital de Deraa y arrestaron a todos los internos que habían resultado heridos el viernes durante la represión de las protestas antigubernamentales.

En Duma, a cinco kilómetros de la capital siria, otras cinco personas murieron por los disparos de francotiradores escondidos en edificios situados en calles por donde pasaba el cortejo fúnebre que se dirigía a la mezquita del cementerio, según un activista opositor.

Testigos señalaron que ocho personas más murieron en dos diferentes barrios de Damasco.

Activistas de derechos humanos afirmaron que las fuerzas de seguridad mataron este sábado a tres personas en el distrito de Barzah y también provocaron la muerte de otras tres personas a dolientes que intentaban sumarse a los funerales cerca de la aldea de Izraa, ubicada en el sur de Siria.

En Hasrata, una localidad cercana a la capital, dolientes también fueron atacados por los policías, mientras manifestantes protestaron en Irbeen, después de otro funeral.

Jalil Rifaa y Naser Hariri, dos diputados sunitas de la ciudad de Deraa, anunciaron su dimisión en protesta contra la violencia.

Si no puedo proteger a mi pueblo de las balas de las fuerzas de seguridad, no tiene sentido ser diputado, dijo Hariri al canal qatarí Al Jazeera. Por su parte, Rifaa anunció su renuncia al aire, cuando dijo a una emisora local que las soluciones con agentes de seguridad no funcionan.

Alemania, Italia y Grecia, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, demandaron el cese inmediato de la violencia contra los manifestantes sirios.

Nuestra política exterior es muy clara. No intervenimos en los asuntos internos de otros países, dijo el portavoz de la cancillería iraní, y rechazó las acusaciones del presidente estadunidense, Barack Obama, sobre un supuesto apoyo de Teherán a la represión de Bashar Assad en Siria.

Por su parte, Rusia pidió a su aliado Siria acelerar las reformas políticas, sociales y económicas, que pueden permitir un desarrollo estable y democrático, mientras que la Unión Europea condenó este sábado los actos de violencia intolerables en Siria y consideró esencial que Damasco inicie reformas políticas profundas.

La oposición siria consiguió una movilización inédita en todo el país el viernes, la cual se convirtió en una de las más sangrientas desde que empezaron las protestas contra el régimen del presidente Assad, el pasado 15 de marzo.

Las cifras de muertos en las protestas antigubernamentales del pasado viernes oscilan entre 78 y 120 muertos, y centenares de heridos, según comisiones de derechos humanos de dentro y fuera de Siria, las que no han podido ser verificadas por la prensa debido a que se ha prohibido la entrada de periodistas al país árabe o se les mantiene apartados de las protestas.

El ejército sirio informó el viernes que ocho personas perecieron y 29 resultaron heridas por disparos de grupos armados a bordo de carros y motocicletas.

Mientras, la agencia oficial Sana dio cuenta de ocho muertos y 20 heridos, entre los cuales hay miembros de las fuerzas de seguridad en un ataque de grupos criminales de Ezreh, y de dos policías muertos y 11 heridos por bandas armadas en Homs y Damasco.

En tanto, un documento no autentificado que llegó a manos de la oposición y está fechado el 23 de marzo devela una estrategia de los servicios secretos para proteger al régimen de las entonces recién iniciadas protestas que insta a no matar nunca a más de 20 personas (a la vez), porque sino resulta más llamativo y puede ser tematizado más fácilmente, lo que podría llevar a una situación de intervención extranjera, dice el texto.