En México el teatro independiente está modificando al teatro en general, porque no es complaciente, sino crítico, y para personas que quieren ver historias. No es para los que no tienen nada que hacer los viernes y van a la sala a dormirse o sólo a comer palomitas, expresó en entrevista la actriz Valeria Maldonado.

Originaria de San Diego, actualmente se da a conocer en las películas El efecto tequila, dirigida por León Serment –que se estrenará el 17 de junio–, aquí tengo el papel de la secretaria sexy, comenta; Travesía al desierto, dirigida por Mauricio Walerstein, donde soy la hija del personaje de Humberto Zurita, dice.

Asimismo, participa en La suerte llama, que se proyectará en agosto, la cual es producción de Videocine y está dirigida por Juan Carlos de Llaca. Ahí soy la novia del personaje de Poncho Herrera.

Es estadunidense, pero por sus venas circula sangre azteca. Mi papá es mexicano y viví muchos años en Querétaro. Siempre he estado yendo y viniendo. Me fui a Londres un tiempo y después estudié una carrera en español para poder comunicarme mejor y hacer algo en México.

¿Dónde hay más teatro así?

Estudió en Casa Azul. “En obras comerciales sólo he trabajado en Todos eran mis hijos, con Francisco Franco; he hecho mucho teatro independiente, que es vital y del que espero que crezca, porque es la fuente de muchos buenos actores. En esta vertiente, recientemente estuve en la obra Proyecto Laramie, de Luciana Silveyra, que trata sobre aceptación y perdón; a esto le llaman tolerancia, pero esta palabra no me gusta. Es sobre un chavito homosexual al que matan.

“Me pasa mucho que cuando invito a alguien a ver mis obras y esta persona no va con frecuencia al teatro independente, me pregunta dónde hay más trabajos como ese. Y hay muchísimo, pero el público no coopera y acabamos siendo los mismos actores y directores los que nos estamos viendo. Ocesa en este momento está empezando a hacer obras que me resultan más interesantes.

“Están en una búsqueda y desde que hicieron El diario de Ana Frank apostaron a algo más que un musical o una comedia que no te hace pensar en nada.”

Valeria ha actuado en cintas como Así es la suerte, dirigida por Juan Carlos de Llaca. En teatro, en Entre tú y Sofía, bajo la dirección de Fernando Bonilla; La lucha con el Ángel, Crímenes del corazón y La pasión según Don Juan, con la dirección de José Caballero, Rodolfo Obregón y Luciana Silveyra, respectivamente.

Agregó: “Creo que la comedia sí hace pensar, pero también tiene algo de tonto. El maestro Rodolfo Obregón tiene una frase que me fascina: con la risa le abres a boca al público, pero cuando ya tienen la boca grandota hay que meterles la verdad. Hay actores de teatro independiente que empiezan a hacer cine y luego harán sus proyectos.  Diego Luna a veces funciona y a veces no, pero con Chema Yazpik está haciendo teatro para que todo mundo lo vea.

“En otros países el teatro independiente tiene más fuerza, como en Nueva York. En México la cosa es diferente. El proyecto Laramie, por ejemplo, que se hizo sin presupuesto, logramos tenerlo tres temporadas. La primera obra independiente que hice fue en La Capilla, donde caben 80 personas, y sólo llegaban diez. La verdad, yo nunca he ganado dinero del teatro independiente, ni ahora en que tuvimos tres temporadas. Es difícil, porque el actor no puede vivir sólo del teatro independiente, pero sí te forma y te enseña a ser un buen actor, para que cuando lleguen proyectos más comerciales, donde sí pagan, demuestres que sí estás preparado.

Yo pienso hacer teatro independiente toda la vida.

Es guapa, pero reconoce que esa condición es efímera. Siento que el físico es una gran parte de lo que eres como actor y tienes que aprovecharlo. Aún soy joven; tengo 25 años. Otra cosa importante es que pienso que mientras mejor persona seas, mejor actor eres. El día que ya no te contraten porque ya no tienes bonitas piernas o porque ya no les gustaron tus ojos, que te contraten para lo otro. Esa es la belleza que acaba viéndose.

–¿Cómo está el machismo en el medio?

–A veces hay mucho. En televisión me he topado con más; en teatro no lo veo, pero sí observo que hay muchos directores. La mayoría de gente con poder son hombres. El machismo es algo que se tiene que aprender a manejar, como mujer, de forma muy sutil. No puedes pelear con ellos porque se te cierran las puertas.

“Es triste, porque he visto actrices que andan tras los productores y tienen que jugar el papel de amantes o de lo que sea. Eso también pasa con los actores homosexuales y eso sigue siendo machismo. También pasa con mujeres productoras. Siento que las chavitas tenemos mucho poder, pero hay que saber manejarlo para enseñarles lo que tú sabes. Eso me pasó en una serie, donde había mucho de ‘quédate conmigo en el cuarto’. No pelaba, no pelaba. Estudié, estudié, estudié, e hice muy bien mi papel y al final se dio el respeto actoral. Ya me veían como una colega.”

Ante la falta de empleo algunos actores incluso se han visto obligados a subirse a un microbús a actuar un cuadro por unas monedas. “Eso siempre pasa –dice la actriz–. Yo acabo de hacer tres películas y ahí va la cosa, pero de repente no tienes trabajo y tienes que hacer ese tipo de cosas y puede ser muy frustrante, pero hay una cosa de valor que uno se da. Hay gente que va y acepta cualquier cosa; tú te presentas y no aceptas y te dicen chao. Tenemos que aprender a decir no. Los comerciales los pagaban bien hace dos años, pero decidieron que iban a pagar cinco mil pesos por no hacer competencia en tres años y la gente dice sí. Es muy difícil decir no cuando no tienes trabajo.

He dicho que no a tres trabajos y no sé si después vaya a tener empleo. Si acepto un nivel ahí me quedo. Ante eso, la alternativa es el teatro independiente, con gente talentosa.

Por lo pronto, la actriz ya tiene en puerta algunos proyectos en Los Ángeles.