El Viacrucis del Migrante, movilización iniciada el pasado miércoles en Guatemala y que concluyó ayer en Ixtepec, Oaxaca, pretende llamar la atención del gobierno mexicano sobre las penurias que los indocumentados sufren en su tránsito por el país y apremiar a la Cámara de Diputados a que apruebe ya la nueva ley sobre migración.

Afirmaron lo anterior algunas de las activistas organizadoras de la marcha, quienes lamentaron la falta de compromiso de las autoridades del país en la resolución de los delitos que aquejan a dicho sector, como secuestros, extorsiones y asesinatos masivos.

Marta Sánchez, del Movimiento Migrante Mesoamericano, señaló que la iniciativa forma parte de nuestro conven- cimiento de que sólo con la comunidad activa y la acción de los medios informativos se podrá aspirar a cambiar algunas de las condiciones que sufren los indocumentados, mismas que hemos denunciado desde 2005, como la trata de personas y los plagios.

A pesar de la labor de recabación de pruebas hecha por las organizaciones civiles independientes, el gobierno “sigue con el juego de aquí no pasa nada, de que ‘nosotros somos buenos chicos y los únicos malos son los criminales’. Esa es la tónica en los foros internacionales, donde siguen dando reportes maquillados”, lamentó la activista.

Por lo anterior, Sánchez dijo esperar que esta movilización ayude a que el tema no salga de la agenda de los medios, y de esa forma la Cámara de Diputados discuta y apruebe la ley sobre migración, en vez de postergarla indefinidamente a causa de las elecciones presidenciales de 2012.

Espero que tengamos éxito y que hagamos conciencia de que la gente está sufriendo terriblemente. Todo puede y debe acontecer, menos que las cosas sigan como están.

Por su parte, Elvira Arellano, integrante de la organización Familias Unidas sin Fronteras, consideró que la marcha –en la cual participó– fue un gran éxito, porque necesitábamos visibilizar el viacrucis de nuestros hermanos migrantes centroamericanos y enviar este mensaje a los tres niveles de gobierno.

Estamos un poco cansados y deshidratados, pero esto fue sólo un poquito de lo que ellos viven día a día: caminan largas horas, y es muy difícil y muy triste que el gobierno mexicano no asuma su responsabilidad. Queremos que se emita la ley de migración, porque aunque es muy limitada, siempre será mejor a no tener ninguna.