El pasado 14 de abril se inauguró en el Centro de Exposiciones de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México la exposición Tiempo de danzón, de Cristina Kahlo –bisnieta de Guillermo Kahlo, padre de Frida–, integrada por 50 fotografías en color y blanco y negro, de pequeño, mediano y gran formato, tomadas en Plaza Ciudadela y el Salón Los Ángeles.

En entrevista con La Jornada, Kahlo mencionó: “Este trabajo comenzó hace cuatro años, cuando Julio Galindo me invitó a participar en una exposición colectiva en Plaza de la Ciudadela con retratos en blanco y negro con la técnica platino de los danzoneros. Quedé tan fascinada con el lugar que seguí fotografiando su forma de bailar, su elegante indumentaria y la cuestión ritual que existe entorno del baile: asisten religiosamente todos los sábados, las parejas de bailarines se ponen de acuerdo para combinar su vestuario; es decir, si la mujer ase pone un vestido morado el hombre lleva camisa o zapatos de ese color.

En la Ciudadela se conjuga la pasión por el baile y el rito de asistir cada sábado, el que también tienen los habitúes que cada martes acuden al Salón Los Ángeles.

Cristina Kahlo confesó que la selección de las imágenes para montar Tiempo de danzón fue muy difícil, porque tengo muchas. Una parte son en blanco y negro, que fue con lo que se inició el proyecto, y la otra es en color. La exposición está subdividida en temas: hay fotografías de personajes, del vestuario y accesorios que utilizan; de la elegante y delicada postura de las manos; de los gráficos del Salón Los Ángeles, que forman parte de la estética que envuelve al danzón, y también de los carteles que la gente coloca para apartar su lugar en la Ciudadela. Todo esto conforma la exposición, con la idea de tener un ambiente general de todo lo que gira alrededor del danzón.

Específicamente de las placas en blanco y negro, Kahlo opina que son como un viaje en el tiempo, porque, si de por sí la Ciudadela es atemporal, cuando ves las imágenes podrían ser de hace 10 años o más actuales.

Las imágenes Su abuelo (2010), Maestro de maestros (2007) y Con porte griego (2007), en el sentido de las manecillas del reloj, forman parte de Tiempo de danzón, que se presenta hasta el 19 de junio de este año

El mayor descubrimiento de Cristina Kahlo en los cuatro años que duró este trabajo fue la pasión que los bailarines le profesan al danzón, el respeto por la pareja y la vigencia y perdurabilidad de este baile en la ciudad de México, que viniendo de Cuba, donde ya ni se baila, lo adoptamos al grado de ser considerado mexicano. Por ejemplo, en la Ciudadela se pueden ver niños de cuatro o cinco años vestidos de danzoneros, con toda propiedad, mientras los adultos les enseñan a bailar pacientemente. También descubrí un pequeño México que persiste y se mueve por el amor al danzón.

En la charla, la artista despejó la incógnita del título: “Tiempo de danzón tiene su origen cuando presenté la exposición en el Museo Mural Diego Rivera, done se llamó Tiempo al juego, donde presenté imágenes de la Feria de Otoño de Basilea, Suiza. Tiempo de danzón es la continuación a la mexicana de Tiempo al juego, porque en ésta aparte de haber personajes hay muchos gráficos, mucho color, y me gustó darle secuencia a esa exposición. Si se comparan las imágenes de ambas, no hay una estética igual, pero sí en la forma de fotografiar”.

Kahlo amplía su respuesta anterior: Es también el tiempo que dediqué a los trabajos. La fotografía tiene esta característica particular de un tiempo implícito; la acción de fotografiar requiere un tiempo, entonces el que dedicas a hacer una exposición está siempre implícito, y termina cuando inauguras la muestra.

A consideración de Kahlo, el encanto del trabajo que exhibe radica en que habla de la pasión por el baile; la pasión puede ser por la fotografía, el arte... cada quien enfoca su pasión; en este caso me cautivó la pasión que existe por el baile.

Tiempo de Danzón, presentada por el Centro Nacional de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes, permanecerá en el Centro de Exposiciones de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hasta el 19 de junio de 2011.