Sociedad y Justicia
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En Las Lomas se dispone de 800 litros de agua por persona; en Iztapalapa, apenas de 14

Prevén inundación catastrófica en menos de 15 años en el DF

Cuestiona Jorge Legorreta que se privilegie construcción de ductos para desfogar agua pluvial

Advierte que entre las colonias en riesgo están Escandón, Condesa, Roma Norte y Del Valle

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Inundación en el Viaducto, en la ciudad de México, el sábado pasadoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Jueves 21 de abril de 2011, p. 30

En menos de 15 años la ciudad de México enfrentará una inundación catastrófica si no hay un cambio radical en las políticas hidráulicas de la cuenca del Valle de México, donde se ha privilegiado la construcción de obras públicas para sacar los escurrimientos pluviales, pero no se ha hecho nada para garantizar su control y aprovechamiento, afirmó Jorge Legorreta Gutiérrez, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialista en política hidráulica.

En entrevista con La Jornada señaló que los problemas de inundaciones que afectan al Distrito Federal y su zona conurbada no son un problema de basura o aguas negras, si no de la incapacidad de los sistemas de drenaje para desalojar la lluvia que no es aprovechada. Nos inundamos no por aguas negras, sino por que el sistema de drenaje es insuficiente para sacar del Valle de México la precipitación pluvial, de la cual 80 por ciento es agua limpia.

Explicó que debido a la ausencia de una política hidráulica integral que coordine las acciones de las autoridades tanto federales como del estado de México y Distrito Federal, hoy nos enfrentamos a la paradoja de tener una ciudad que enfrenta, por un lado, escasez del líquido para el consumo en algunos sectores de la población, y por otro, una evidente abundancia, pero con un pésimo manejo del recurso.

Legorreta Gutiérrez destacó que la inundación, el pasado sábado, de un tramo del viaducto Río de La Piedad, donde las aguas negras alcanzaron 2.5 metros de altura, es resultado de la saturación del ducto que transporta no sólo aguas negras, sino los escurrimientos pluviales del poniente de la ciudad de México, además de recibir las descargas de tres ríos, razón por la cual es considerado uno de los cuatro ríos-drenajes más saturados del Distrito Federal, como río Churubusco y Consulado.

En la ciudad de México, apuntó, el sistema de drenaje envía agua de lluvia, manantiales y ríos del poniente de la zona urbana hacia el oriente, para finalmente sacarla del Valle de México a través de diversos ríos-drenajes, que han llegado a su máxima capacidad, pues en la medida que crece la mancha urbana, por el rumbo de Santa Fe hacia Toluca, más unidades habitacionales han comenzado a descargar sus drenajes en estos ríos.

Lo mismo ocurre, explicó, al oriente en el canal a cielo abierto de La Compañía, donde descargan ocho ríos que se alimentan de las aguas pluviales y de manantiales de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, lo que ha llevado a una situación de riesgo a decenas de colonias en sus inmediaciones, en particular en Chalco, estado de México.

Por ello, de continuar con una política hidráulica que privilegie la construcción de ductos que saquen el agua pluvial y no se aproveche para recargar los mantos freáticos o para su uso en delegaciones con mayor escasez de líquido, es factible que en la próxima década se intensifique la saturación de drenajes como el Río de La Piedad.

Agregó que de rebasar su límite por encima de los 3.5 metros de altura en su desfogue de aguas negras, podría inundar buena parte de las colonias Escandón, Condesa, Roma Norte, Buenos Aires, Del Valle, entre otras que se ubiquen en el límite con Calzada de La Viga, ya que se trata de la zona más baja de la ciudad.

Escasez, conflicto social

En cuanto a los problemas de escasez de agua en la capital del país, señaló que de no cambiar los esquemas de distribución del líquido, en cinco años los problemas de escasez de agua potable generarán graves disputas e inestabilidad social, pues en promedio el sector de la población con mayores ingresos consume 800 litro de agua al día por persona, mientras el de los más pobres oscila entre 14 y 20 litros, asimetría que viola el derecho mínimo a acceder a 150 litros por día.

Destacó que debido a la distribución de los tanques de almacenamiento de agua en el Distrito Federal, prevalece un sistema de distribución muy asimétrico, pues 50 por ciento de estos tanques se ubican al poniente de la ciudad, donde habita sólo 30 por ciento de la población, entre ellos quienes tienen mayores ingresos, mientras el otro 70 por ciento sólo tiene la mitad de los tanques de almacenamiento.

Esto ha permitido, indicó, que un habitante de Las Lomas pueda acceder a 800 litros de agua al día, porque tiene alberca, jacuzzi y jardines, mientras un vecino de Iztapalapa con dificultad puede tener 14 litros. Es precisamente esa desigualdad la que se debe atacar, pues de lo contrario en cuatro o cinco años veremos severos conflictos sociales entre colonias que no tienen acceso a este recursos y aquellas con un mejor acceso a este recurso natural indispensable para la vida.