Demandan a autoridades que se les reubique o clausuren el río
Jueves 21 de abril de 2011, p. 24
Valle de Chalco, Méx., 20 de abril. Ya no puedo vivir así; es una pesadilla, siempre perdemos todo, por eso quiero una reubicación
, suplicó entre sollozos Fausta Leticia Cruz Jaramillo, quien narró el horror
que ha vivido durante las inundaciones provocadas por el canal La Compañía en 2000, 2010 y 2011.
Esta vecina de la calle Norte 14, casi esquina con avenida División del Norte, la más afectada por lo que ella llama los tres canalazos
, aún no terminaba de pagar el crédito mediante el cual adquirió su sala, que se echó a perder con la inundación del domingo pasado.
Desconsolada, al lado de su esposo Eleuterio Avendaño Hernández, pidió apoyo a los gobiernos federal y estatal para que le otorguen un préstamo y pueda irse a vivir a un lugar seguro, donde ya no tenga tanto pesar, tanto sufrimiento
y no tenga que poner en riesgo su salud.
Que me den un crédito para irme arriba; que me reubiquen
, demandó, a pesar de que su vivienda se localiza a más de 300 metros del canal que se fracturó a las 1:30 horas del pasado domingo.
Ella llegó hace 26 años a Valle de Chalco; igual que miles de familias, forma parte del cinturón de miseria visible a lo largo de la autopista México-Puebla.
En 2000 perdió todo su patrimonio, cuando el nivel de las aguas negras superó los dos metros de altura. En ese entonces los gobiernos federal y estatal organizaron una feria del mueble donde varias empresas ofrecieron enseres domésticos a crédito.
En 2010 otra vez las aguas residuales del canal superaron los dos metros de altura en la colonia San Isidro, y Fausta perdió de nuevo todo. Con los 20 mil pesos que recibió de apoyo compró la estufa, el refrigerador, un ropero y el colchón de la cama.
El pasado domingo, la inundación los sorprendió mientras dormían (al igual que en 2000 y 2010), por lo que no les dio tiempo de poner nada a salvo; el nivel del agua alcanzó metro y medio.
Sofía Carrera Reyes es dueña de la cocina económica Antojitos Mexicanos, ubicada en el kilómetro 27.5 de la autopista México-Puebla. Al igual que sus vecinos comerciantes, es la tercera vez que pierde todo. No que ya habían arreglado el canal. Mire qué desgracia; mi trabajo y mi negocio se fueron al caño, todo se echó a perder. ¡No es justo!
Para esta mujer y su familia, la solución no está en que los gobiernos federal y estatal les den apoyos económicos cada que se desborda el canal La Compañía, sino que lo clausuren.