Integrantes del colectivo de artistas Liberate Tate rociaron con petróleo a uno de sus agremiados, en la galería Tate Britain, para manifestarse contra el mecenazgo que realiza la compañía British Petroleum (BP), vinculada con el derrame de crudo en costas estadunidenses del Golfo de México.

Silenciosos, vestidos de negro y con la cabeza cubierta, los activistas cubrieron con petróleo a un hombre desnudo, que yacía en posición fetal a la mitad de la exposición Single Form, dedicada al cuerpo humano y una de las muestras de Arte Británico BP que recorren los espacios del Grupo Tate.

Nosotros invitamos a los artistas a liberar la Tate. Arte libre de petróleo, se lee en el blog en Internet del grupo opositor, en el primer aniversario del desastre de la plataforma Deepwater Horizon que, denuncian, dejó cómo saldo 11 trabajadores fallecidos y casi 5 millones de barriles vertidos al mar.

A la par, Naomi Klein, John Keane, Matthew Herbert y más de 150 intelectuales y artistas afirmaron que Tate ha dañado su reputación mediante la continuidad de su asociación con una empresa destructiva, en una carta publicada en la versión en línea del diario The Guardian. Asimismo, instaron a la Tate a demostrar su compromiso con un futuro sostenible, poniendo fin a su relación de patrocinio con BP.

Repugnante hipocresía

La acción de guerrilla artística se trató de una muy dramática declaración del impacto de BP en vidas humanas y en las comunidades alrededor del mundo, señaló al diario The Telegraph Peter McDonnell, integrante del colectivo.

La empresa es uno de los más importantes patrocinadores de las artes en Reino Unido, que apoya a la Tate tanto como a varias otras destacadas instituciones culturales, refirió la galería londinense al rotativo británico, el cual informó que el consorcio emplea más de un millón de euros al año en el financiamiento de la Tate Britain, el Museo Británico, la Royal Opera House y la Galería Nacional del Retrato.

Mediante y para el arte, se trata de “exponer la cruda y complicada realidad de una de las compañías más grandes del mundo del petróleo, que desarrolla una ‘licencia social para operar’ mediante la asociación con instituciones culturales”, y para que el grupo difunda la repugnancia por la hipocresía de una muy respetada institución cultural como la Tate al asociarse con una empresa que sólo puede ser descrita como ecocida, explica el sitio de Liberate Tate.

El pasado domingo, la Tate Modern también fue centro de una manifestación contra el patrocinio de BP. Unas cien personas fueron convocadas y, con el logo de la petrolera, cayeron en un sopor-patrocinio inducido y durmieron en el suelo del recinto.