Trípoli, 19 de abril. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) efectuó esta mañana bombardeos aéreos contra Trípoli, Aziziyeh y Sirte, la ciudad natal de líder libio Muammar Kadafi, al este del país, al tiempo que el presidente del Consejo Nacional de Transición en Libia, Mustafa Abdul Yalil, aseguró en Roma que al menos 10 mil personas han muerto y otras 55 mil heridas tras el levantamiento contra Kadafi.

Durante las primeras horas del martes las ciudades de Trípoli y Sirte fueron blanco de incursiones de los agresores colonialistas cruzados, indicó la agencia oficial Jana, sin dar detalles.

Poco después, al citar a una fuente militar, la agencia indicó que hubo ataques contra el sector de Al Hira en la ciudad de Assiyeh, al sur de la capital.

El teniente general Charles Bouchard, comandante de la operación de OTAN, declaró en un comunicado que continuarán su campaña para degradar las fuerzas del régimen de Kadafi que están involucradas en los continuos ataques contra civiles.

Las fuerzas gubernamentales reanudaron el bombardeo sobre Misurata, en donde se reportaron víctimas que fueron trasladadas a los hospitales, según Amnistía Internacional (AI), que se encuentra en la tercera ciudad más grande del país y la principal en manos de los rebeldes en el oeste.

Según los rebeldes, al menos 29 personas murieron en los últimos dos días. Los residentes de esta asediada ciudad pidieron ayuda debido a la falta de agua, alimentos y medicinas.

AI llamó a todas las partes en conflicto, incluyendo a la OTAN, a tomar las medidas necesarias para establecer un corredor humanitario efectivo.

Además, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) envió por primera vez un convoy de ocho camiones con 200 toneladas de trigo y más de nueve toneladas de galletas ricas en nutrientes a través de la frontera tunecina.

Con todo ello se podría alimentar a casi 50 mil personas durante un mes, dijo a los medios el PMA en Ginebra.

Naciones Unidas también planea enviar un equipo a Misurata para analizar las condiciones humanitarias y decidir cómo enfrentar las necesidades más urgentes. Además, pidió el martes un cese del fuego, al denunciar la muerte de 20 niños en los ataques de las fuerzas gubernamentales.

Por su parte, el presidente del Consejo Nacional de Transición en Libia, Mustafa Abdul Yalil, aseguró hoy en Roma que desde el levantamiento contra el régimen de Kadafi hasta ahora han perdido la vida 10 mil personas, mientras que 55 mil fueron heridas.

Yalil mencionó esas cifras durante una conversación que mantuvo en la capital italiana con el ministro de Relaciones Exteriores, Franco Frattini.

Durante el encuentro, Yalil dijo que las nuevas autoridades de su país cooperarán sobre todo con Italia, Francia y Qatar, naciones que ya reconocieron el movimiento que encabeza, al tiempo que advirtió que Kadafi abandonará el poder sólo por la fuerza.

El presidente Abdul Yalil confirmó su compromiso en favor de la democracia, la lucha contra el terrorismo, la reconstrucción de Libia y la lucha a la inmigración clandestina, declaró Frattini.