Guadalajara, Jal., 19 de abril. Los jugadores de Chivas entrenaron, repartieron autógrafos, se tomaron fotos y convivieron en el penal de Puente Grande con cientos de presos que en su mayoría cumplen penas del fuero federal, por delitos como homicidio y narcotráfico. Es la cárcel de donde hace 10 años escapó el narco más buscado del país, Joaquín El Chapo Guzmán.

La práctica, que duró aproximadamente dos horas, se inició con cierta tensión, la cual se disipó según pasaron los minutos. El técnico José Luis Real admitió que había nerviosismo en el plantel, pero se sorprendieron ante el apoyo de los reclusos, quienes les dieron confianza para realizar un buen entrenamiento.

Los que no habíamos entrado aquí de alguna manera teníamos la duda de cómo iba a ser. Finalmente terminamos pensando que estuvimos en una situación normal, dijo el entrenador a periodistas, quien, al igual que todo el equipo y el dueño del club, pasaron por todos los rigurosos controles de seguridad: Nos agrada al menos poder estar algunos momentos con ellos trayéndoles un poco de alegría.

La iniciativa forma parte de un proyecto de la directiva para acercar al cuadro tapatío –uno de los dos equipos más populares de México– a sus seguidores, y que ha incluido en las recientes semanas otras prácticas en los alrededores de Guadalajara, como Ocotán y Arandas.

Jorge Vergara y su esposa Angélica Fuentes también convivieron brevemente con los reos y sus familias. El dueño de Chivas prometió donar una cancha de pasto sintético, cuyas labores de instalación comenzarían este miércoles.

En tanto, el director del Cereso, José González, dijo que permitirá ver los partidos del Rebaño a los internos con buena conducta.

Rumbo al partido de este sábado frente al Cruz Azul, el Guadalajar realizó una cascarita –dos tiempos de 20 minutos– con un equipo de internos al que nombraron Selección CRS, el cual se aplicó a fondo y puso gran entusiasmo en el ensayo amistoso. Los rojiblancos tampoco tuvieron reparos para desplegar su habilidad, pese a la cancha en mal estado.

Muy emotivo resultó el final, pues los reclusos ovacionaron al club tapatío. Algunos jugadores estaban conmovidos y también aplaudieron a los internos, dándoles palabras de aliento.

“No sé si sea raro –que un equipo haya entrenado en una cárcel–, pero lo cierto es que en Chivas tenemos la conciencia de hacer la paz, no la violencia. Esto es parte del programa mediante el cual queremos demostrar que el club quiere en verdad hacer un cambio en este país. Todos tenemos la responsabilidad de hacerlo”, expuso Vergara.

“Ahorita estamos muy emocionados Angélica y yo. Acabamos de anunciar al equipo –de reclusos– que vamos a donarles una cancha sintética profesional de futbol para que puedan practicar tres turnos al día... (Ellos) nos dieron una buena bienvenida, pero es impactante saber que hay gente aquí recluida por muchos años... se equivocó y tiene que pagar las consecuencias.

Hay que ayudar a los que están adentro a que salgan bien. Es labor de todos los ciudadanos hacernos conscientes de que necesitan ayuda para salir, insistió el empresario, quien señaló que el equipo podría volver al Cereso, y comentó: No sería mala idea que fuera para la final del campeonato.

José Luis Real mencionó que él y todos los jugadores se van con una gran enseñanza, pues fue una visita que te impacta, eso no se puede negar ni evitar. Es algo que a veces uno no se puede ni imaginar, concluyó.