En siete años, el mercado crecerá siete veces, vaticina ex funcionario de la OPS
Se esperan resultados para erradicación de poliomielitis, sarampión y rubeola: Ciro de Quadros
Tecnología de ingeniería genética, la de mayor impacto en el campo de las inmunizaciones
Sábado 16 de abril de 2011, p. 34
Lima, Perú. 15 de abril. El siglo XX se distinguió en el campo de la salud por el desarrollo de antibióticos y tratamientos de quimioterapia para tratar de controlar tumores malignos, entre otros avances notables. El XXI será de las vacunas, según toda evidencia.
En sólo siete años el mercado de productos preventivos de enfermedades crecerá casi siete veces, al pasar de cinco mil millones de dólares en 2005 a 34 mil millones estimados para 2012, afirmó Ciro de Quadros, vicepresidente ejecutivo del Instituto Sabin de Vacunas, organización civil estadunidense.
Además, dijo, los esfuerzos de los países por erradicar la poliomielitis, el sarampión y la rubeola tendrán resultados muy pronto. En el caso de la primera es muy probable que la meta se logre en los siguientes dos o tres años, una vez que donde aún se reportan casos –Pakistán y Afganistán– establezcan plazos para la eliminación del padecimiento.
La polio, erradicada en 1991
El experto recordó que la de las Américas fue la primera región del mundo que logró la erradicación de la poliomielitis en 1991. El último caso se registró en Perú.
Lo mismo ha ocurrido con el sarampión, del que no se reportan casos originados en América Latina desde hace casi 10 años. Detalló que los brotes señalados en 2002 a la fecha se deben a transmisiones de virus llegados de Europa, India, África y Medio Oriente.
Por eso, explicó en entrevista durante el seminario de Información sobre vacunas, un comité internacional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya trabaja en la recopilación de datos sobre la eliminación del sarampión y la rubeola en el continente, y a escala global la Organización Mundial de la Salud podría declarar la erradicación de ambas dolencias, alrededor del año 2020, una vez que las naciones donde todavía hay transmisión del virus fijen plazos para su control y eliminación.
Respecto del mercado de vacunas, afirmó que el sector crece de manera acelerada, principalmente a partir de las nuevas tecnologías de ingeniería genética. Así, en años recientes salieron al mercado cuatro nuevos biológicos: el preventivo de rotavirus, neumococo, virus del papiloma humano (VPH) e influenza A/H1N1, y al menos tres de ellos ya están dentro de los esquemas nacionales de inmunizaciones de más de 15 países latinoamericanos.
En tanto, avanzan las investigaciones de otros productos, por ejemplo, para evitar el dengue.
Existen centros de investigación que exploran moléculas preventivas del paludismo, aunque por tratarse de un parásito el origen, el reto es complejo y es probable que no haya resultados en la próxima década. Por otra parte, siguen los esfuerzos en 26 diferentes centros de investigación por encontrar un inmunógeno contra el VIH. Además, existen trabajos que exploran alternativas para males como Chagas, entre las denominadas enfermedades olvidadas
.
De Quadros, ex director de la División de Vacunas e Inmunización de la OPS, afirmó que el panorama es claro en cuanto al auge que tendrá ese mercado. De ahí, dijo, las estrategias de empresas como Pfizer –que recientemente adquirió al fabricante de vacunas Wyeth– o de Johnson & Johnson, que compró las acciones de la holandesa Crucell, también productora de biológicos.
No hay duda, subrayó, la tecnología de vacunas será la de mayor impacto en el campo de la salud. También los gobiernos lo entienden así. Por eso, las decisiones de aumentar el número de inmunógenos en los programas nacionales, incluidos los de alto costo como rotavirus y neumococo.
Durante el foro, organizado por el Instituto Sabin, en colaboración con la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Lucía de Oliveira, asesora regional para nuevas vacunas de la OPS, afirmó que en el continente americano 99 por ciento del dinero necesario para adquirir las vacunas –más de mil 660 millones de dólares en 2010– fue aportado por los gobiernos.
Lo anterior, aun cuando a partir de 2008 se requirió aumentar hasta siete veces los montos para solventar los costos de nuevos productos; en particular, del neumococo.