El Senado aprobó ayer la reforma presidencial que autoriza al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cambiar de adscripción al personal administrativo y a los elementos de esa dependencia, con el objetivo de que puedan incorporarse a la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

Se trata de modificaciones a las leyes Orgánica y de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea para permitir al titular de la secretaría reclasificar al personal en activo de un servicio a un arma, con el propósito de mantener la operatividad de los organismos del Ejército y Fuerza Aérea en el desempeño de sus tareas específicas, que demandan alto grado de especialización.

Con esa decisión, se detalla, se espera lograr un importante ahorro en tiempo y recursos de capacitación, toda vez que el personal de servicio cuenta ya con formación militar.

Se modifica el artículo 164 de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y se fija la posibilidad de que el personal activo pueda ser reclasificado de una fuerza armada a otra, de un arma a otra, de un arma a un servicio, de un servicio a otro y de una especialidad a otra.

Se introdujo una variante: que el personal de servicios y los profesionistas responsables del apoyo administrativo y logístico en el Ejército –entre quienes se encuentra también el personal de intendencia y sanidad– puedan pasar a ser militares de armas, los que tienen el mando y participan en combate. Ello con el propósito de hacer frente a situaciones de emergencia.

La iniciativa de Felipe Calderón da al titular de la Sedena la facultad exclusiva de decidir el paso de servicios a armas. Ello fue objetado por senadores del Partido de la Revolución Democrática, entre ellos Pablo Gómez, René Arcé y Tomás Torres, para quienes el objetivo era disponer de todo el personal para involucrarlo en tareas policiacas, en el contexto de la lucha contra el crimen organizado.

Se planteó un cambio a la propuesta presidencial para dicho artículo, comentó el senador del PAN Felipe González, y es que el médico, el ingeniero o el meteorólogo acepten voluntariamente la modificación.

La nueva redacción es la siguiente: la reclasificación de un servicio a un arma sólo procederá por disposición del secretario de la Defensa Nacional, y en tiempos de paz el interesado deberá manifestar su consentimiento.

El perredista Pablo Gómez comentó que están de acuerdo con esa redacción, pues es fundamental que el militar acepte pasar de servicios a armas.

La reforma a la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos fue para incluir en la promoción especial, en condiciones de igualdad, a los militares que hayan obtenido su grado por haber aprobado un cuarto año en las escuelas Militar de Ingenieros y Médico Militar”.