La falta de competencia en el mercado mexicano de servicios notariales encarece el costo de trámites, incentiva la informalidad e impacta negativamente la competitividad del país, advirtieron el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la Comisión Federal de Competencia (CFC).

Durante la presentación de un estudio denominado El mercado de servicios notariales en México, elaborado por ambos organismos, señalaron que la rigidez de las regulaciones que prevalecen en las entidades federativas crea una escasez artificial de notarías, lo que beneficia a las ya establecidas porque les permite cobrar honorarios más caros.

El director general del IMCO, Juan Pardinas, destacó que en México el número de notarios es bajo en comparación con otros países, ya que hay 3.4 por cada 100 mil habitantes, mientras en lugares como Guatemala hay 47.6 notarios por cada 100 mil habitantes.

Impuesto a la formalidad

Agregó que ante esta situación los honorarios de los notarios terminan convirtiéndose en un impuesto a la formalidad, debido a que representan 63 por ciento del costo total para abrir una empresa, y 22 por ciento de los costos totales para registrar una propiedad.

El presidente de la CFC, Eduardo Pérez Motta, señaló que donde hay mayor apertura para la operación de notarios públicos es en los estados de Campeche, Coahuila, y Guanajuato, donde existen 10, 9 y 8 notarías por cada 100 mil habitantes, respectivamente.

Añadió que si la densidad de notarios a nivel nacional alcanzara la de esos tres estados, el número de notarías en el país pasaría de las 3 mil 427 que hay en la actualidad a 4 mil 421, con lo que los costos de escrituración de viviendas, por ejemplo, bajarían por lo menos 22 por ciento.

Agregó que las entidades donde menos notarías existen son Tlaxcala, Guerrero y el estado de México donde hay 0.9, 1.2 y 1.2 notarios por cada 100 mil habitantes.

El funcionario destacó la importancia de los servicios notariales que, dijo, dan autenticidad y certeza legal a los actos jurídicos de particulares, y son requeridos para formalizar actos como la certificación de documentos, la constitución de sociedades, los testamentos, hipotecas, entre otros.

En el estudio elaborado por el IMCO y la CFC se señala que en los documentos notariales el notario interpreta la voluntad de las partes y las adecua a los requisitos legales; asimismo da fe sobre su identidad, capacidad y legitimidad sobre el acto correspondiente.