Sociedad y Justicia
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Los valores no pueden ser una moda como expresó Alonso Lujambio, corrigen expertos

La reforma educativa se debate entre formar ciudadanos o seguir modelo de la OCDE

Los docentes tienen una especie de contravalores, fruto de una cultura magisterial impuesta

 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de abril de 2011, p. 49

Hoy día, la reforma educativa se debate entre dos concepciones de valores muy distintos: la que promueve la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el modelo que realmente necesita el país, consistente en la enseñanza entendida como formación de ciudadanos, señalaron expertos.

En el contexto de la discusión sobre valores, organizada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), corrigieron al titular de la dependencia, Alonso Lujambio, al expresar que los valores no pueden ser una moda, como dijo el funcionario, ya que considerarlos una moda es una expresión desafortunada.

También manifestaron que los docentes tienen una especie de contravalores, porque han vivido una cultura magisterial donde no han podido ser autónomos, de manera que se deben establecer condiciones para que los maestros desplieguen sus posibilidades como profesionales.

El director del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Guillermo Hurtado, cuestionó la visión del mundo y de la vida que inspira la reforma educativa en el presente.

Veo una escisión de dos concepciones muy diferentes de lo que es la educación, basadas en dos conjuntos de valores muy distintos. Una es la concepción de la educación como instrucción. Es decir, la escuela tiene que formar personas competentes. ¿Competentes para qué? ¿Para el desarrollo económico, para el desarrollo social? Éste es el modelo que promueve la OCDE, pero en México tenemos necesidad de un modelo distinto: la educación como formación de ciudadanos, el modelo que necesita el país para completar la transición democrática que todavía no ha llegado a su fin.

Advirtió que mientras no se discuta el tema, incluso en el Congreso de la Unión, vamos a seguir dando bandazos y caminando como ciego con un bastón, pegándonos en las esquinas de los muebles. Y México no puede esperar a completar su reforma educativa.

En esta discusión de expertos, el investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, de la UNAM Hugo Casanova habló del término moda en referencia a la convocatoria que lanzó Lujambio para poner de moda los valores. El tema no se puede tratar de esa manera, porque algo que está de moda está y luego no está, y los valores no pueden no estar y de pronto aparecer. Por otro lado, colocó en el debate la democracia y la enseñanza, para pensarla en términos de construcción de nación.

Al parafrasear a Noah Webster, reconocido como el padre de la educación estadunidense, recordó que la educación en gran medida forma el carácter moral de los hombres y la moral es la base del gobierno. Por tanto, añadió, la educación debería ser la primera preocupación de una asamblea legislativa. Un buen sistema de enseñanza debería ser el primer artículo del código de reglas políticas.

Adelina Castañeda, de la Universidad Pedagógica Nacional, apuntó que es necesario crear las bases para dar autonomía a los maestros, pues si esto no pasa, el tema se vuelve discurso.

El análisis de cómo se despliegan los valores para la democracia implica que los profesores puedan mirar cómo se comportan en el aula. Sorprende ver que cuando se aplica una encuesta, los primeros en decir que no convivirían con un indígena o un homosexual sean profesores, observó.