Con homenajes a Rita Guerrero y consignas que reflejan la inconformidad que vive el país sintetizada en la frase ¡Ya estamos hasta la madre!, miles de jóvenes disfrutaron del primer día de actividades de la edición 12 del Festival de Cultura Musical Vive Latino, que se desarrolla en el Foro Sol de la ciudad de México hasta el domingo.

“Yo no tuve miedo de venir a México porque no soy narcotraficante… todavía”, expresó ayer Charly García momentos antes de subir al escenario, al cual llegó vestido de charro y diciendo: Me vine de torero, ¿no?

La fiesta roquera, que según datos oficiales registró una asistencia de 42 mil personas, comenzó a las 15:30 horas en los tres escenarios dispuestos para que las bandas dieran lo mejor de sí a ritmo de ska, metal, rockabilly, pop y rock, para un aforo aproximado de 40 mil personas, sobre todo jóvenes que se abrazaban y besaban en el suelo.

Cual zombies deambulaban libres y con su vaso de cerveza; otros fumaban, brincaban y bailaban, con su vestimenta lejana a la etiqueta. Incluso, algunos chavos le decían a otros de sus contemporáneos: ¡pinches ninis!.

Charly, con sombrero de ala ancha, tocó el piano con su grupo No voy en tren, voy en avión, que provocó una especie de shock entre quienes no lo habían visto en vivo, y llenó de alegría los oídos de quienes conocían esa canción. El vaivén de la melodía llamó y reunió cual imán a los dispersos, a los jóvenes peripatéticos que caminan buscando y buscando.

El grupo mexicano Los Estrambóticos rindió un homenaje la recién fallecida cantante Rita Guerrero, durante su actuación en el escenario principal.

La banda, que promociona su material más reciente, Puro macanazo, recordó a la ex integrante de Santa Sabina con el tema Fantasmas, además tocaron sus propios éxitos: Peter punk, Moustrilio y Trolebús.

El ánimo de los asistentes iba en aumento, pese al intenso calor que se registró la tarde del viernes. Los Estrambóticos también interpretaron Camino a ninguna parte y Mil heridas.

Por quinta ocasión, Los de Abajo hicieron su aparición en el Vive para tocar temas como Joder, Escaparate y Labios rojos.

La vocalista, Odisea Valenzuela, dijo que leyó un reportaje sobre varias roqueras que se han subido a cantar y han mostrado los senos, por lo que pidió que ahora sean los hombres quienes enseñen.

Los de Abajo prendieron al público con La herida, que hizo que todos se pusieran a bailar a ritmo de ska.

Mientras, en la Carpa Intolerante, grupos de diferentes propuestas musicales ofrecieron su sonido que para muchos es el mejor, pues son auténticamente bandas independientes. No estuvieron solos: los acompañaban unas mil personas. A la izquierda y derecha de esta carpa estaban los tiangueros, que ofrecía sus productos para ensalzar el look oscuro o de los grupos de moda.

Por allá, Elis Paprika dijo que tocó para esas decenas de estuvieron frente a su escenario como si fueran una multitud. Vamos comenzando; no llevamos prisa. Soy de Guadalajara; allá las cosas están terribles, pero no sé cuánto más lo están en Tamaulipas y en otros sitios de México. Como sociedad debemos responder a ese clima de violencia, pero, por lo pronto, cada quien puede modificar su entorno.

¿Chelas, jochos?, ni pensarlo

Antes, Diego Luna, quien está en el Vive Latino para presentar documentales de la gira Ambulante, dijo con su equipo filmará el documental de esta fiesta musical.

En otro escenario, Turbina sorprendió con su rock directo y sus guitarras bien ecualizadas. Pasan los skaseros con sus máscaras de luchadores, mientras otros jóvenes, hartos del calor, deambulaban casi encuerados.

Al pasar algunos meten sus manos a sus bolsillos buscando monedas para hacer la vaca y comprarse una chela, que anda por los 50 a 70 pesos. Ni pensar en la hamburguesa o el hotdog de a 45, o un taco de canasta de a 10 varos.

Fobia ya hizo brincar con su Microbito y De Lozane ya echó su rollo sobre la situación del país, pero da esperanzas.

Interpretaron su Revolución de puros Mancos, esa que se llama la Revolución sin manos, que, muy a lo Gandhi, se inclina por la lucha sin armas.

Un grupo que sorprendió a la muchachada fue Tokio, cuyos integrantes dijeron que el ska está fuerte en Japón. Añadieron que llegaron a México hace unos días, luego del temblor que devastó gran parte de su nación; que lo hicieron algo temerosos, pero que el Vive Latino les cambió el humor.

Se tomaron fotos se abrazaron con todos los mexicanos que pudieron y hablaron quién sabe de qué, pero se reían mucho.

Sepultura llegó para metalizar mentes y corazones con su ritmo frenético. Dijeron que ellos están acostumbrados a festivales como el Vive, por lo que no se sienten un grupo más, sino parte importante de un concierto colectivo. El rock, sin duda, es cultura; lo hemos comprobado a lo largo de 26 años de trayectoria.

Con esa variedad de sonidos e ideas, se desarrolló la primera de tres jornadas, donde hoy sábado, en el escenario principal, estarán los Caifanes, precedidos por los Enanitos Verdes y otros gigantes para los chavos mexicanos.