Abiyán, 6 de abril. La fuerza francesa Licorne de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y elementos armados que defendían la residencia del presidente marfileño saliente, Laurent Gbagbo, se enfrentaron esta noche aquí a tiros durante el rescate del embajador de Japón, Okamura Yoshifumi, anunció la embajada de Francia.

A petición de Japón y de la ONU, la fuerza francesa intervino esta noche para rescatar al embajador y sus colaboradores desde la residencia japonesa, en cuyo tejado los milicianos afines a Gbagbo habían instalado armas pesadas, indicó la legación.

El embajador japonés y sus colaboradores están a salvo y en seguridad en el campo (militar francés) de Port-Bouet, sur de Abiyán, añadió el comunicado, y señaló que frente al “fuego nutrido de las fuerzas afines a Gbagbo, la fuerza francesa efectuó tiros de respuesta con helicópteros.

La operación tuvo lugar el mismo día en que milicias de Alassane Ouattara, el presidente elegido en noviembre y reconocido por la comunidad internacional, fracasaron en su intento de tomar por asalto la residencia donde se encuentra atrincherado Gbagbo, quien rechaza rendirse.

Las fuerzas de Outtara habían lanzado una ofensiva contra el búnker de Gbagbo, pero fueron repelidas y obligadas a replegarse, al tiempo que periodistas y diplomáticos de Japón, Israel e India solicitaron ayuda a Estados Unidos para salir de ese sector.

Al informar más temprano del ataque de mercenarios, Yoshifumi dijo que cuatro personas, tres agentes de seguridad y el jardinero, desaparecieron... Hay mucha sangre la casa. No sé si están vivos. Añadió: Eran sin duda mercenarios. Entraron en la mañana en mi residencia disparando cohetes. Con una docena de personas nos encerramos en mi pieza, cuya puerta está blindada.

La residencia del embajador se encuentra en el barrio Cocody, en el norte de Abiyán, dentro de un amplio perímetro alrededor de la residencia donde está Gbagbo, y desde donde diplomáticos y periodistas pidieron apoyo a Estados Unidos para salir de esa zona.

Los combates entre los bandos enfrentados en esta nación, la principal productora mundial de cacao, continuaron aquí por tercer día consecutivo. Una fuente militar occidental, que vive cerca de la residencia fuertemente fortificada de Gbagbo, dijo que los combates finalizaron por la tarde y que se reagruparon las fuerzas de Ouattara, que han contado con apoyo militar de la ONU y de Francia.

Tal como lo entiendo, intentaron tomar la residencia de Gbagbo esta mañana. El asalto fracasó, dijo la fuente, que habló bajo condición de no ser identificada.

Una portavoz de Ouattara negó que sus tropas se hubieran retirado, pero no pudo dar datos sobre el asalto y no dijo dónde seguían los combates. La residencia está vigilada por jóvenes milicianos y la guardia presidencial.

Milicianos leales a Alassane Ouattara se desplazan en un vehículo militar en la capital marfileñaFoto Reuters

El ejército francés dijo que no participó en ese ataque, a diferencia de lo ocurrido el lunes, cuando helicópteros artillados franceses y de la ONU apoyaron el avance de los rebeldes hacia Abiyán.

Francia, antigua potencia colonial, ha adoptado un papel de liderazgo en el conflicto, así como en las negociaciones para persuadir al presidente a que entregue el poder a su rival y acabe con cuatro meses de conflicto.

Mientras, fuentes de la Unión Africana dijeron que Sudáfrica y Togo podrían ser refugios para Gbagbo si abandona el poder.

Las elecciones del año pasado, postergadas desde hacía mucho tiempo, tenían como objetivo dar vuelta la página tras la guerra civil de 2002-2003, pero la negativa de Gbagbo a reconocer su derrota desató la violencia que ha costado la vida a más de mil 500 personas.

A pesar de los combates, los civiles, presa de la desesperación, se atrevieron a salir a la calle en el norte de la ciudad en busca de agua y comida. No hemos dormido, no hemos comido, no hemos podido beber nada. Vamos a morir todos, dijo Mariam, de 17 años.

La solución sólo puede ser política, no militar: vocero

Las negociaciones para persuadir a Gbagbo de que deje la presidencia se estancaron cuando el gobernante se resistió a la presión internacional para que firme un documento en el que renunciaba al poder al que llegó en 2000. La iniciativa no tenía base legal ni judicial, afirmó a Reuters su portavoz, Ahoua Don Mello.

Más tarde, Mello dijo que Gbagbo quería un alto el fuego y conversaciones directas con Ouattara. Francia y la ONU quieren primero que Gbagbo se vaya, pero eso no es posible. La solución sólo puede ser política, no militar.

Un Gbagbo desafiante negó informaciones de que estaba dispuesto a rendirse. No estamos en la fase de negociación. ¿Y mi salida de dónde? ¿Para ir a dónde?, declaró a la emisora francesa RFI.

Anteriormente dijo al canal francés de televisión LCI que su ejército pidió un alto el fuego después de que sus armas fueron destruidas durante el ataque de Francia y la ONU. No soy un suicida. Amo la vida. Mi voz no es la voz de un mártir, afirmó por teléfono. Para que la paz vuelva a Costa de Marfil, Ouattara y yo tenemos que hablar, agregó.

Las tropas de Ouattara aseguraron que tienen orden de no matar a Gbagbo, pero Mello aseguró que disparos de armas pesadas apuntan a su residencia con apoyo aéreo y terrestre de las fuerzas de la Licorne... Es un intento de asesinato del presidente.

Francia confirmó este miércoles que su país no participará en la detención de Gbagbo ni siquiera bajo expreso pedido de Ouattara. El ministro de Defensa francés, Gérard Longuet, aseveró: No lo haremos porque Francia sólo puede actuar por pedido de la ONU.