Es la primera acción conjunta desde que salieron en ayuda del euro en 2000
Evidencia de la preocupación por el impacto de los sucesos en Japón; detiene caída de bolsas
Sábado 19 de marzo de 2011, p. 24
Tokio, 18 de marzo. El Grupo de los Siete países más ricos del mundo (G-7) lanzó este viernes una intervención coordinada en los mercados, con el fin de detener el alza de la moneda japonesa, el yen, que esta semana alcanzó sus máximos niveles desde la Segunda Guerra Mundial, y cuyo alto valor complica la reconstrucción del país tras el sismo y posterior tsunami.
La medida representa la primera intervención conjunta en los mercados cambiarios del G-7 desde que salieron en ayuda del euro en 2000; también da cuenta de la gran preocupación por el impacto de los sucesos en Japón, pues las mayores economías del mundo no tomaban una decisión concertada desde el surgimiento de la crisis financiera internacional en 2008.
En respuesta a los recientes movimientos de las tasas de cambio del yen asociados a los trágicos acontecimientos ocurridos en Japón, y a la demanda de las autoridades japonesas, las autoridades de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y el Banco Central Europeo se unen a Japón para una intervención concertada sobre los mercados de cambio
, declararon los responsables del G-7 tras una reunión telefónica.
La decisión del G-7 sirvió para detener la caída de la mayoría de las bolsas mundiales, que al cierre de esta semana repuntaron, después de una semana agitada llena de ventas por pánico. El dólar de Estados Unidos subió inmediatamente frente al yen hasta 80.73 yenes, dejando atrás un récord mínimo de 76.25 yenes alcanzado el pasado jueves.
Como hemos subrayado desde hace tiempo, la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados de los tipos de cambio tienen consecuencias negativas para la estabilidad económica y financiera
, agrega el texto del G-7. Continuaremos siguiendo con atención la evolución de los mercados de cambio y colaborando si es necesario
, concluyeron los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del bloque integrado por Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y Japón.
Esta es la primera intervención coordinada que hemos visto desde el 2000, así que va a tener un enorme efecto de resonancia en el mercado
, dijo Kathy Lien, directora de investigación de divisas en GFT en Nueva York. El jueves, el yen subió a un récord máximo de 76.25 yenes por dólar, eclipsando su máximo histórico de 79.75 yenes alcanzado en 1995, después del terremoto de Kobe.
Un yen fuerte podría hacer más difícil para la economía japonesa, pues afecta al sector exportador.
Los líderes financieros del G7 también podrían estar preocupados de que un aumento repentino en la repatriación del yen pueda alterar a los mercados globales, creando una crisis de confianza que se extienda por Asia a Europa y Estados Unidos. Los inversores también están atentos a los hechos en Libia.
La mayoría de las plazas bursátiles en el mundo subieron impulsadas por la intervención en el mercado de divisas del G-7, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio fue el que más avanzó, con 2.72 por ciento y se ubicó en 9 mil 206.75 puntos; a pesar del repunte, el índice acumuló pérdidas de 10.22 por ciento desde el sismo del 11 de marzo, agravado por una serie de accidentes nucleares.
La Bolsa de Nueva York terminó en alza, sostenida por el anuncio de un cese del fuego en Libia y los esfuerzos de las autoridades japonesas para controlar la situación en la central nuclear de Fukushima: el Dow Jones ganó 0.71 y el Nasdaq 0.29 por ciento.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) perdió 0.57 por ciento, en una jornada volátil por el vencimiento de opciones en Wall Street y una caída de las acciones de América Móvil, las de mayor peso en el mercado local. El principal indicador, el índice de precios y cotizaciones (IPC) se ubicó en 35 mil 418 puntos. La banca suspenderá las operaciones en sus sucursales el próximo lunes 21 de marzo.