Beatriz Paredes, presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirmó que así como el gobierno federal decidió subsidiar la educación particular, a la de nivel superior pública se le pueden destinar los recursos excedentes de la venta de petróleo.

El Ejecutivo federal, afirmó, debe cumplir la Ley General de Educación. Exigimos que cuando menos 8 por ciento del producto interno bruto (PIB) se dedique a la educación, así como a la ciencia y la tecnología.

En la toma de protesta de la dirigencia del Movimiento Nacional Tecnológico Universitario, a cargo del diputado José Trinidad Padilla López, la aún dirigente del tricolor subrayó que una obligación irrenunciable del Estado es destinar un mayor volumen de recursos a la educación pública en general, y particularmente a la educación media superior.

No podemos cerrar los ojos a los miles de rechazados que año con año ven frustradas sus expectativas de encontrar un espacio en las universidades públicas. No podemos compartir una estrategia que le regatea a las universidades públicas el presupuesto que aprobamos en la Cámara de Diputados, y que lleva a los rectores a parecer sujetos de subsidio indebido, cuando se les ponen trabas y más trabas para entregarles los recursos aprobados por los legisladores, subrayó.

Los lineamentos de la OCDE

Ante ex rectores de universidades públicas, académicos, politécnicos, universitarios y otros, congregados en el Polyforum Cultural Siqueiros, la ex gobernadora de Tlaxcala insistió en que a la educación debe darse el mínimo de asignación presupuestal de los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

No se vale que sólo seamos miembros de la OCDE para quedar bien en los clubes de los países ricos. Necesitamos que se cumplan los parámetros de ese club de países desarrollados, y que se reconozca que en México hay condiciones de desigualdad entre las regiones y desigualdades abismales entre la sociedad.

Paredes Rangel destacó que la educación pública y superior en México ha sido el principal instrumento de movilidad social del pueblo. Ilustró con su caso, al señalar que su asistencia a la universidad pública le permitió llegar a la posición política actual.

“Muchos de ustedes, como yo, no podríamos ser como somos, si no hubiese existido en nuestro país la convicción del Estado mexicano posrevolucionario de realizar esa hazaña gigantesca que fue puesta en marcha por los profesores rurales, llevando como única arma para pacificar al país el alfabeto y el libro de texto gratuito.

Muchos de nosotros no podríamos estar aquí si no se hubiera extendido en los años 70, de manera decidida y espectacular, la red del sistema de educación tecnológica.

Paredes demandó también que se simplifique la tramitología a la que tiene sometida la Secretaria de Educación Pública a las universidades autónomas, a las cuales se les debe otorgar la capacidad de decidir sobre el destino de sus presupuestos. En su amplio discurso destacó que, sin educación, no habrá un destino promisorio ni oportunidades plenas para los mexicanos.

José Antonio Román

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, se dijo convencido de que la falta de recursos económicos a la educación pública no es el problema de fondo. Los recursos están ahí, señaló, tras citar varios ejemplos de que cuando el gobierno realmente quiere encontrar fondos para sus planes y programas, siempre los ha encontrado, o busca la forma para financiarlos.

Al clausurar el seminario internacional México en los escenarios globales, organizado por la Coordinación de Humanidades, el rector señaló que el país debería hacer un alto en el camino, evaluar lo que se ha hecho bien y en lo que ha fallado, e impulsar campañas nacionales, una de ellas a favor de la igualdad y la justicia social.

Llamó, entre otras tareas, a combatir el analfabetismo, que no es otra cosa que desigualdad y exclusión. Estimó que con los recursos que durante dos años se dejarán de recaudar por la deducción de colegiaturas podría crearse un programa nacional contra el analfabetismo y el rezago educativo, tal como lo han hecho otras naciones de desarrollo semejante al nuestro.

Primero en su intervención, y luego en breve entrevista, Narro Robles expresó su confianza en que el poder joven se haga presente en el país, como ha ocurrido en otras regiones del planeta, pues es necesario una mayor presencia, participación y compromiso de ese sector social. Por ello, dijo, juntos debemos exigir mayores posibilidades de educación.

Ante la comunidad universitaria, diplomáticos y especialistas en el tema, que durante seis días participaron en el seminario, el rector insistió en que siempre se han encontrado los recursos necesarios cuando se trata de impulsar o financiar planes o programas que interesan a las estructuras de poder.

Narro estimó que con los 27 mil millones de pesos que se dejarán de percibir por la deducibilidad de colegiaturas, México podría plantearse, en tres años o cuatro años, combatir el analfabetismo y el rezago educativo. (Pero) se requiere definir las prioridades; la educación va por delante, podemos mejorarla en lo esencial y podemos y debemos hacerlo también con la educación superior, expuso. Mientras que no se resuelvan estos problemas esenciales, el país no va a salir adelante, advirtió.

Citó nuevamente el caso exitoso de Brasil, país que ha podido duplicar su cobertura en la educación superior en sólo una década, y cuestionó lo hecho por México, donde el crecimiento alcanzado en los años recientes ha sido inercial, sin un compromiso real en favor de la educación.