Por su vulnerabilidad económica y sujeción del peso al dólar, México no podrá continuar haciendo frente a la crisis alimentaria por medio de importaciones, advirtió el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Gerardo Sánchez García, quien apremió al gobierno y al Congreso de la Unión a impulsar un cambio en el modelo económico para el sector agropecuario.

En entrevista posterior a la ceremonia conmemorativa del 96 aniversario de la promulgación de la ley agraria, Sánchez García sostuvo que las políticas públicas ya no son suficientes para impulsar el desarrollo del campo.

Desde que el Estado se retiró de la rectoría económica dejó que el mercado definiera el rumbo del sector rural y se abrieron las fronteras bajo condiciones desfavorables para los campesinos. El país pasó a ser un importador neto de alimentos, expresó el dirigente.

La pobreza, la migración y la inseguridad prácticamente se apoderaron del sector rural; para terminar con ello es necesario impulsar el proyecto de la gente, y por eso la CNC ya presentó en la Cámara de Diputados iniciativas de ley para reformar la estructura de las secretarías de la Reforma Agraria (SRA) y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), agregó.

Fortalecer a la Reforma Agraria

Hay que explorar nuevos mecanismos que detengan la descomposición de la sociedad rural y fortalecer las unidades productivas para devolver el sentido de pertenencia a las familias y a las comunidades, aseveró.

Detalló que entre los cambios propuestos está dotar de mayores facultades a la SRA para apoyar a los agricultores e indígenas más vulnerables.

Propuso a Abelardo Escobar Prieto, titular de la dependencia, sumar esfuerzos para llevar a cabo esas transformaciones. El campo no puede permanecer al margen de éstas, pues mientras en otros países se preparan para afrontar la crisis mundial de alimentos que se avecina, nosotros actuamos como si nada pasara.

Asimismo, habló de otros asuntos que preocupan a los campesinos, como los conflictos por la tenencia de la tierra y la insuficiencia de los recursos para la capacitación y el excesivo burocratismo y la tramitología impuesta para acceder a los beneficios de los programas para el campo, por eso, dijo, la mayoría se ha convertido en una entelequia o ficción que ha perdido su razón de ser.

Pero lo que más apremia –prosiguió– es la solución de los conflictos agrarios, pues sólo la CNC ha apoyado 300 casos; la mayoría sigue sin resolverse. Convocó al funcionario a mantener un diálogo continuo para construir acuerdos y diseñar conjuntamente el futuro de la SRA.

Por su parte, Escobar Prieto afirmó que se han resuelto 703 conflictos y que aún faltan por resolverse 520, por lo que pidió el respaldo de las organizaciones campesinas y de autoridades ejidales y comunales, así como de gobiernos estatales para resolver la problemática agraria y frenar el debilitamiento del tejido social en las zonas rurales por la falta de oportunidades suficientes y atractivas para las nuevas generaciones.

Asimismo, el funcionario hizo un llamado a no ser indiferente ante los grupos que se amparan en la impunidad y la corrupción.Negó que el gobierno haya abandonado al campesinado; “lo que se necesita –dijo– es capacitar y organizar a los campesinos para que aprovechen las riquezas que tienen en sus tierras”.