del mismo ladorespecto de Cuba
Martes 14 de diciembre de 2010, p. 24
La Habana, 13 de diciembre. Durante la gestión de Miguel Ángel Moratinos como canciller, Estados Unidos presionó a España para que se pusiera del mismo lado
en la relación hacia Cuba y reconociera el interés común
de esos gobiernos respecto de la isla, según la parte de la historia que puede revisarse en la filtración masiva de Wikileaks.
Como ministro de Asuntos Exteriores de José Luis Rodríguez Zapatero, desde abril de 2004 hasta octubre de 2010, Moratinos operó el acercamiento a Cuba, revirtiendo el conflicto que abrió el anterior gobierno de José María Aznar, a su vez alineado con Washington.
Ya el 7 de octubre de 2004, el subdirector general para México, Centroamérica y el Caribe de la cancillería española, Pedro Gómez de Olea, contaba con cierta exasperación
que España tenía que cumplir la directiva de la Unión Europea (UE) de que sus embajadas en La Habana invitaran a opositores a la fiesta nacional, pero ahora, al acercarse la celebración del 12 de octubre, el asunto estaba en manos de Moratinos.
Ésa fue la versión que transmitió la consejera política estadunidense en Madrid, Kathy Fitzpatrick, y añadió que, con su línea hacia Cuba, Moratinos se distanciaba de Rodríguez Zapatero y parecía querer arriesgarse a la ira de la UE y Estados Unidos
.
La invitación a opositores a los cocteles en La Habana fue una de las represalias de la UE por la detención masiva de disidentes y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha en 2003. En la recepción de 2004 hubo opositores invitados, pero también un discurso del embajador Carlos A. Zaldívar contra esa política. Bruselas suspendió las sanciones en 2005 y las eliminó tres años más tarde.
En junio de 2005, apenas un día después de llegar a Madrid, el embajador estadunidense Eduardo Aguirre habló con Moratinos. Según su propio informe, Cuba y Venezuela fueron los dos únicos temas latinoamericanos.
Moratinos dijo que España y Estados Unidos comparten objetivos, pero las diferencias han provocado malentendidos. Aguirre le pidió trabajar para convertir nuestras dificultades
respecto de La Habana y Caracas en un saldo positivo
, para mantenerse del mismo lado y evitar dar pasos que legitimen y alienten a Chávez y a Castro
.
El 23 de marzo de 2007, el director general para Iberoamérica, Javier Sandomingo, le informó al subjefe de la misión estadunidense, Hugo Llorens, que Moratinos planeaba un viaje a La Habana, sobre el cual esperaba fuerte críticas
, no sólo del opositor Partido Popular, sino también de simpatizantes y hasta de miembros del gobierno.
Llorens cuestionó la validez de un viaje de alto nivel, considerando la fuerte represión
contra los opositores en la isla. Pidió que le informaran de inmediato
si se fijaba fecha para la gira, e hizo notar que un anuncio sorpresivo sería mal recibido por su gobierno, que ha tratado de coordinar de buena fe con España la política hacia Cuba
. Reiteró la petición de que España no deje solo a Estados Unidos
en la política hacia la isla y que coordine con nosotros tanto como sea posible, dado nuestro interés común en una Cuba democrática
.
El reporte, firmado por el embajador Aguirre, considera sorprendentes las diferencias internas en el gobierno español y las evalúa así: Moratinos tiene poca experiencia en Cuba y parece optimista sobre sus capacidades para cambiar el comportamiento de la dirigencia cubana
. En contraste, Trinidad Jiménez (vicecanciller para Iberoamérica), Sandomingo y Rafael Dezcallar (director general de Política Exterior) han trabajado sobre Cuba por muchos años y son más escépticos sobre la dirigencia cubana en general y sobre la capacidad de España de cambiar ese comportamiento. En cualquier caso, el hecho de que esta visita no tiene apoyo unánime virtualmente garantiza que las diferencias internas sobre esta política serán ventiladas en los medios españoles
.
Moratinos llegó a La Habana el 1º de abril para una visita de dos días, en la que pactó el pleno restablecimiento de relaciones bilaterales, tras el conflicto de la época de Aznar.
En julio pasado Cuba empezó a liberar a los opositores detenidos en 2003, con la mediación de la Iglesia católica y el apoyo de España, que ha recibido a los excarcelados. Jiménez remplazó a Moratinos en octubre pasado.