Martes 14 de diciembre de 2010, p. 23
Washington, 13 de diciembre. El reclutamiento de nazis tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) por los servicios de inteligencia estadunidenses fue mayor que lo sabido hasta ahora, según se desprende de nuevos documentos desclasificados por el Archivo Nacional de Estados Unidos y recuperados por el diario The New York Times.
El informe titulado “La sombra de Hitler: los criminales de guerra nazis, la inteligencia estadunidense y la guerra fría”, expone los vínculos del gobierno de Estados Unidos con esas personas.
Washington ayudó a evadir la justicia o ignoró la fuga de criminales de la Gestapo, la policía secreta SS y colaboradores del régimen alemán, en momentos en que era menos urgente e incluso contraproducente, puesto que las agencias gubernamentales estadunidenses estaban involucradas en un nuevo conflicto: la guerra fría contra la Unión Soviética.
La búsqueda y el castigo a los criminales de guerra no era prioridad del ejército (estadunidense) en 1946
; en cambio, sí se espió a comunistas alemanes y a judíos, indica el reporte.
También recuerda el caso de Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, quien trabajó para las instituciones de inteligencia que lo ayudaron a escapar a Argentina. Lo mismo ocurrió con Antón Mahler, miembro de la Gestapo, quien participó en el grupo de ocupación de Belarús.