En México, los jóvenes –aun aquellos con estudios– se enfrentan al desempleo, al trabajo con salario precario o a la desocupación total. Además, las más recientes estadísticas del Consejo Nacional de Población (Conapo) señalan que casi uno de casi cinco jóvenes (17.1 por ciento) se dedican al trabajo doméstico y apenas 1.4 por ciento corresponde a las personas que no estudian ni trabajan.

El análisis La situación demográfica de México 2010, difundido ayer por el Conapo advierte que de no solventarse las carencias que agobian a los jóvenes se favorecerá la reproducción de la precariedad y la desigualdad a través del tiempo.

Dudo que (millones de) jóvenes varones se dediquen al trabajo doméstico, señaló Rafaela Schiabom, directora de Ipas México, organización internacional que promueve los derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto en condiciones seguras.

Durante la presentación del compendio, la especialista (directora general adjunta de Salud Reproductiva en el sexenio pasado) comentó que lo más delicado de la situación es que los adolescentes y jóvenes continúan sin encontrar alternativas para hallar un trabajo digno, aun cuando tengan estudios, por lo que la planeación de las políticas públicas para este sector no debe limitarse a atender los rezagos de salud o los problemas vinculados a la sexualidad y la reproducción.

El tema de los jóvenes no se resuelve con el acceso a un condón o pastillas anticonceptivas, sino con posibilidades de desarrollo, alternativas de planes de vida: estudiar, trabajar y ganar un sueldo digno, señaló Schiabom.

En el país residen alrededor de 20.2 millones de personas entre 15 y 24 años de edad, esto es la quinta parte de la población total. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2009 no desglosa, por género, a los millones que se ubican según las estadísticas en el rubro de trabajo doméstico o a quienes ni trabajan ni estudian, identificados como ninis.

Schiabom agregó que los datos más desconsoladores que detalla el estudio del Conapo (organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación) son los relacionados con el trabajo y la remuneración de los jóvenes.

No obstante, los temas de sexualidad y reproducción también ponen en evidencia la inequidad que persiste en el país. Por ejemplo, la mortalidad materna en adolescentes fue de cero en Colima, Tlaxcala y Zacatecas, pero en Oaxaca hubo 108 por cada 100 mil nacidos vivos.

Otro rezago tiene que ver con el mínimo o nulo avance respecto a la demanda no satisfecha de los anticonceptivos, en un país donde la sexualidad adolescente se expresa antes del matrimonio. De igual forma, las adolescentes unidas en pareja son las menos escolarizadas, las más rurales, marginadas y vulnerables.

El titular del Conapo, Félix Vélez, dijo que “hay una controversia sobre los ninis en la que no me voy a meter porque sólo se genera un debate estéril. Sí, es cierto que muchos jóvenes no tienen oportunidades de educación ni empleo, (por lo que) se requiere que haya educación de mayor calidad y trabajos productivos”.