A la llamada Reina del pop, Madonna no le importa la inseguridad que se vive en México. Ha visitado lugares “que se definen como inseguros, como Tel Aviv o Río de Janeiro, pero eso nunca me ha detenido para presentar mi show, así que no estoy preocupada por la inseguridad”, dijo antes de inaugurar anoche en Bosques de las Lomas, en la ciudad de México, Hard Candy (caramelo macizo), primer gimnasio de una cadena internacional de la que es socia, la cual pretende abrir otras sucursales en Argentina y Brasil, aunque la próxima estará en Europa.

Ataviada con unas botas arriba de la rodilla, la estadunidense (que llegó escoltada por varias camionetas negras blindadas), con el rostro casi inmaculado, como si fuese a grabar un video musical, y una cabellera perfecta, poco se detuvo a hablar con la prensa en la alfombra roja colocada para el acto de corte de listón. Desde temprana hora del lunes la esperaban unos 500 seguidores, que no dejaron de gritar su nombre ni de corear algunas de sus canciones hasta que la vieron arribar. Se trataba de clubes de fans que llevaban fotos, carteles y discos de la cantante, quien dijo sentirse muy bien en el país.

Recorrió unos metros en menos de cinco minutos; ofreció una palabras en las que aseguró que tenía una conexión especial con el Distrito Federal, una gran ciudad. Siempre he tenido interés en su folclor. He venido durante años, amo su cultura, la arquitectura, la comida, la música y el arte mexicano. He tenido una conexión muy especial con este país y tengo un gran número de seguidores aquí.

Madonna, a su paso por la alfombra roja, acompañada del jefe de GobiernoFoto Marco Peláez

Saludo breve a sus fans

Luego saludó brevemente a sus seguidores, para posteriormente encontrarse con el jefe de gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, quien le entregó un dije y un pergamino de visitante distinguido.

Los dos cortaron el listón y se introdujeron en el inmueble de tres pisos, en los que se podrá practicar zumba, pesas, cardiovasculares, energy bar, entre otras disciplinas.

Ebrard agradeció en nombre de todos y todas a Madonna por su presencia y por haber elegido a la ciudad de México para establecer el primer gimnasio.

Para Madonna –quien adelantó que está por concluir la filmación de una película y grabar un nuevo disco, del cual hará una gira en la que piensa incluir a México– no existe ejercicio bueno ni malo, pues siempre he amado hacerlo. Creo en el trabajo duro; si tienes una meta, debes trabajar por alcanzarla.

Antes del guateque, que amenizó el diyéi inglés Paul Oakenfold (amigo de la artista), la estadunidense ofreció una clase de baile para 25 privilegiados: los primeros socios que se inscribieron, o bien, los más allegados a los administradores.

A la fiesta asisitió gente como Paulina Díaz Ordaz, Liliana Sada y Carlos Slim Domit. Más de 700 personas fueron invitadas al ágape, en el que Oakenfold creó un set de dos horas, en las que incluyó al menos las rolas Celebration y It’s so Cool.