Doblete de Villa; Xavi, Pedro y Jeffren también anotaron
Los azulgranas se apoderan del liderato de la liga española
Martes 30 de noviembre de 2010, p. 2
Barcelona, 29 de noviembre. El Barcelona demolió hoy al Real Madrid de José Mourinho con un 5-0 para la historia y un partido para el recuerdo.
Xavi, a los 10, y Pedro, a los 16 minutos, pusieron en sendas ráfagas el 2-0 en el inicio de un encuentro que se venía jugando desde hacía semanas y que cumplió sobradamente con las expectativas. David Villa, las dos veces asistido por Lionel Messi, marcó a los 54 y 57. Jeffren, a los 90, puso cifras definitivas.
Fue la primera derrota del Real Madrid en la era Mourinho
, especialmente dolorosa para el portugués por el marcador, el rival y por todas las expectativas que había creado.
Un triunfo por goleada en un muy tenso partido con 10 amarillas y una roja, una noche de la que los aficionados de los dos equipos hablarán por años.
Así, el Barcelona de Josep Guardiola lidera ahora la liga española, con 34 puntos, dos de ventaja sobre los blancos. Además, prolongó su paternidad
de tiempos recientes con cinco victorias consecutivas sobre su archirrival y se vengó de la eliminación a manos del Inter de Mourinho en abril en la semifinal de la Liga de Campeones.
El cuadro catalán también confirmó una superioridad histórica en el Camp Nou, donde ganó 47 veces ante el Real Madrid, empató 16 y perdió sólo 18.
Una sucesión de rebotes e intentos del Barça en el área de los merengues trajo el aroma de gol a los seis minutos. Todo comenzó con Messi ganándole la pelota a Di María por la derecha sobre la raya de fondo.
En el instante en que se liberó de la marca el argentino lanzó un tiro lento y combado que se le fue a Casillas y se estrelló en el palo.
Estaba velocísimo y hambriento de gol el Barça en aquellos primeros minutos. Y así, al 10, llegó la primera explosión. Iniesta colocó un estilete cruzado al medio del área, la pelota le rebotó con fortuna a Xavi, que la tuvo servida para definir de derecha de un toque frente a Casillas, su gran amigo. El 1-0 ya estaba escrito, y el equipo local no podía pedir un comienzo mejor.
Pero el Barça era una hidra con vocación de pistón. Xavi se metió en el corazón de la defensa rival, habilitó en el extremo izquierdo a Villa, quien amagó ante Ramos para superarlo, avanzar decidido y lanzar el tiro fuerte, paralelo al arco. Casillas, indeciso, falló con las manos y la dejó pasar. Pedro apareció libre, suelto y feliz bajo los tres palos para empalmar el balón a la red y poner el 2-0.
Por eso no extrañó que el partido, que tanta tensión había acumulado en días previos, explotara al minuto 31: a Guardiola le llegó el balón, lo tomó para devolverlo al juego, aunque escondiéndolo levemente, y Cristiano Ronaldo apareció para apurarlo con mal gesto, primero, y un empujón, después. Valdés, Puyol, medio Barcelona y todo el estadio se le fueron encima. El árbitro lo resolvió con sendas amarillas para el portero y el delantero.
Messi siguió fuera de control para el fondo blanco, pese a los esfuerzos de Pepe, aunque a los 38 minutos Cristiano entró al área y Valdés pareció cometer penal. Al rato, Messi recibió un codazo de Carvalho, pero la amarilla fue sólo para el argentino por exagerar el golpe.
Nada cambió en el segundo tiempo, porque el Barcelona siguió ahogando al rival a base de futbol. Messi habilitó con exquisita precisión a Villa para que éste batiera a Casillas con un tiro cruzado. Era el 3-0, y el Camp Nou, una fiesta.
El rostro demudado de Sergio Ramos y la desesperación de Casillas pasaron a ser reiterativos, porque Messi habilitó desde tres cuartos de cancha a Villa con un pase cruzado que el delantero mandó a gol por entre las piernas del arquero.
Guardiola metió a Bojan, y más adelante llamó al banco a Xavi y Pedro, para que recibieran el aplauso del estadio y entraran Keita y Jeffren.
Aún faltaba el 5-0, tanto de Jeffren tras una cabalgada de Bojan por la derecha. Ramos perdió el control y se ganó la expulsión a los 93 minutos tras golpear a Messi. La impotencia blanca parecía no tener límites.