Realizarán en Guadalajara el cuarto Encuentro Internacional de Cuentistas
ninguneado el cuento y publicado retacerías
Pondrán a debate la problemática actual de ese género literario, afirma Ignacio Padilla
Al niño le causa placer un relato porque le resuelve sus miedos, dice a La Jornada
Martes 30 de noviembre de 2010, p. 9
Guiados por las presiones del mercado, editores y escritores hemos ninguneado el cuento y publicado retacería en libros que se desparraman, en vez de grandes proyectos editoriales
, reconoce el escritor Ignacio Padilla, coordinador del cuarto Encuentro Internacional de Cuentistas, que se celebrará en el contexto de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, del 2 al 4 de diciembre.
La reunión pondrá a debate ese y otros aspectos en una suerte de fiesta de la narrativa breve, la cual es de tal magnitud que en esta ocasión se ha ampliado a tres mesas de trabajo, en las que participarán Ricardo Piglia, Guillermo Samperio, Ana García Bergua, Javier García Galiano, Ana Clavel y Fábio Morábito, entre otros autores
, explica el narrador.
En entrevista con La Jornada, Padilla, quien se define como un “físico cuéntico al que de vez en vez le nace una novela”, considera que en América Latina el cuento está muy vinculado con la oralidad y el periodismo, por lo que ha arraigado de manera muy importante
.
Añade que las inquietudes que se expresan hoy día en los cuentos que se escriben y leen en México reflejan una de las características generacionales de la actualidad: la diversidad. Hay generaciones enteras que son intimistas, o que tienen una afición por el relato clásico, vinculado con el género policiaco y de aventuras. También hay un importante filón de cuento fronterizo, con temas sobre la violencia, pero lo que hay es variedad
.
Padilla presentará este martes en la FIL su cuento para niños Todos los osos son zurdos (Fondo de Cultura Económica), ilustrado por Trino.
Al respecto, el autor señala que su vena lectora “aparece al mismo tiempo que mi vocación narrativa, ambas vienen de mi devoción por el cuento para niños, al que considero un género mayor y del que no he escrito demasiado porque me toma mucho tiempo y esfuerzo, pues está dirigido a un público sumamente exigente.
“Hay que hacer un gran esfuerzo también de humildad. El género exige un profundo respeto a un lector complejo, pues siempre existe el riesgo de caer en la moralina, en la corrección política, en nuestro miedo cada vez más reciente y crecido de traumatizar al niño con relatos que ‘no se pueden’ o ‘no se deben’ hacer.
Pero estoy convencido de que la literatura articula nuestro mundo y que al niño le causa placer un cuento determinado porque le resuelve sus miedos, sus deseos y conflictos. Para un escritor implica un esfuerzo enorme, porque uno debe de hacerlo como adulto, recuperando desde la vida adulta al niño lector que uno fue, pues por alguna importante razón los niños no escriben buenos cuentos para niños, necesitan que el escritor les hable en su nivel, sí, pero desde el adulto que es.
Diferentes, no víctimas
En el cuento Todos los osos son zurdos, Ignacio Padilla presenta a la zurdera como una fiesta, pero también es un buen pretexto para “ironizar en torno a la corrección política, la discriminación positiva o nuestra mal utilizada idea de lo que es ser víctima de una segregación. Es una manera de burlarme un poquito de nuestro uso y abuso de la diferencia como si fuéramos víctimas, cuando en realidad, quienes somos diferentes resultamos tan humanos, inteligentes o tan perversos como todos.
“Los niños están listos para entenderlo todo y quieren hacerlo, por eso leen. Por eso les expreso en este libro mis dudas y mis posibles respuestas a mi experiencia con la zurdera, pero no sólo a quienes son zurdos, sino a todos los niños para que entiendan su convivencia con esta excepcionalidad que está mitificada.
“Pero también para que puedan reconocer cualquier tipo de diferencia sin que los ‘diferentes’ se crean víctimas de nada.”