Al menos 26 personas, entre ellas dos policías de Acapulco, Guerrero, fueron ejecutadas por criminales que operan en esa entidad, además de los ultimados en Chihuahua, Sinaloa, Guanajuato, Nuevo León y Durango, entidad donde la sede de la alcaldía de Simón Bolivar fue atacada a balazos.

Casi a la medianoche del lunes, Francisco Garibaldi Valverde y Rodolfo Meza Figueroa, agentes preventivos de Acapulco, fueron hallados decapitados y con la lengua cercenada en el bulevar Lázaro Cárdenas, en la zona suburbana del puerto. Junto a los restos había dos cartulinas con sendos mensajes.

El hallazgo se realizó luego de que en la Secretaría de Seguridad Pública se recibió una llamada que alertaba que sobre avenida La Venta, a la altura de la colonia Arroyo Seco, una patrulla se encontraba abandonada. En lo que va del mes de noviembre suman seis elementos policiacos de Acapulco asesinados, cuatro de ellos agentes de tránsito abatidos por un grupo armado y los dos de la policía preventiva.

También en Acapulco, pero en la entrada al libramiento Paso Texca, presuntos sicarios ultimaron a balazos a una persona de alrededor de 50 años, cuya identidad hasta ahora se desconoce.

En Chihuahua, la disputa entre bandas de narcotraficantes por el control de territorios para el trasiego de droga dejó un saldo de nueve asesinatos: cuatro en Ciudad Juárez, otros tantos en el municipio de Guadalupe y Calvo y uno en Parral.

Por lo que hace a Sinaloa, la policía ministerial reportó seis homicidios vinculados con el crimen organizado en los municipios de Concordia, Ahome y Culiacán. También en la capital del estado, el médico Alfredo Mascareño Gaxiola resultó herido de gravedad luego de ser atacado a balazos por desconocidos.

Por otra parte, en Celaya, Guanajuato, dos sujetos acribillaron a Teresa Aguacaliente y a su hija Eva Melesio; en agosto pasado había sido ejecutado el esposo y padre de las occisas. En la comunidad de Cañada del Refugio, municipio de León, fue encontrado el cadáver de un hombre con el tiro de gracia.

Mientras, en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, conurbado a Monterrey, un comando que se desplazaba en cuatro vehículos ultimó con disparos de armas de fuego a dos jóvenes, uno de los cuales fue identificado como Jorge Adrián Morales, de 22 años. En la huida, los atacantes chocaron una de las unidades contra un poste de luz, dejando sin fluido a los residentes de varias manzanas.

Asimismo, en Uruapan, Michoacán, un sicario mató de un balazo al empresario Juan Urbina Enríquez en el interior de un gimnasio de la localidad, donde también la policía local informó sobre el hallazgo de los restos del cadáver calcinado de un joven.

El último crimen fue perpetrado en el municipio de Canatlán, Durango. También en esta entidad, un grupo armado tiroteó la sede de la alcaldía de General Simón Bolívar, en represalia porque no pudo levantar al edil Erasmo Serdán Rivera; sin embargo, se llevaron al chofer de éste, a quien horas después liberaron en Zacatecas. No hubo lesionados, sólo daños en la fachada del inmueble.

Por otro lado, Hugo Popoca Gómez, uno de los escoltas del procurador de Morelos, Pedro Luis Benítez, quedó herido luego de ser baleado en Cuernavaca por dos sujetos que intentaron robarle su automóvil.