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Congregados en el Palacio de Convenciones de La Habana, 300 especialistas de 31 países

La biotecnología que hace Cuba es de exportación, destacan en congreso

Se desarrollan vacunas contra enfermedades infecciosas, fármacos para tratar el cáncer y otros de uso cardiovascular

Integrarnos y competir fuera, nuestro lema, dice investigador

 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de octubre de 2010, p. 2

La Habana, 21 de octubre. La industria biotecnológica cubana exhibe hoy logros escala de las naciones más avanzadas en ese campo, con productos que en algunos casos son únicos en el mundo y que aportan ingresos millonarios a la economía de la isla.

En la apertura del Congreso Internacional Biotecnología Habana 2010, el pasado miércoles en el Palacio de Convenciones de la capital cubana, Luis Herrera, presidente del comité organizador de la reunión, resaltó la alta calificación de la ciencia nacional. Esa industria desarrolla en estos momentos unos 34 productos que se comercializan en más de 40 países, con ventas que rondan los 300 millones de dólares.

Según Herrera, también director del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, la industria farmacéutica es considerada la segunda entrada en términos de exportación de bienes materiales del país, después de las ventas de níquel.

Uno de los fármacos elaborados en la isla es el Heberprot-P, medicamento que según sus creadores disminuye de manera significativa la amputación en pacientes con pie diabético.

Precisamente a ese producto, único en el mundo para tratar el mal y aplicado en los pasados seis años a unos 17 mil 200 pacientes, está dedicado el cónclave que concluirá este viernes sus sesiones, con la asistencia de más de 300 especialistas de 31 países.

Factor de crecimiento humano recombinante

Heberprot-P es un fármaco basado en el factor de crecimiento humano recombinante, desarrollado por el CIGB, que reduce el tiempo de cicatrización de las lesiones, disminuye el alto riesgo de amputación y mejora la calidad de vida de los pacientes diabéticos con úlceras de pie. Según cifras oficiales, en el mundo viven más de 300 millones de diabéticos, cantidad que se elevará a 438 millones en 2030.

Las úlceras por esa enfermedad constituyen una de las complicaciones de peor evolución médica y de mayores gastos de recursos en los sistemas de salud.

El Heberprot-P está registrado ya en Argentina, Cuba, Ecuador, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Argelia, y se gestionan permisos similares en México, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, China, Corea del Sur, India, Indonesia, Sudáfrica y Australia.

Además del Heberprot-P, el Polo Científico del oeste de La Habana, formado por 52 centros de investigación y desarrollo (incluido el CIGB), dispone hoy día de una treintena de fármacos, vacunas y otros productos biotecnológicos, que han generado mil 51 patentes en diferentes regiones del mundo.

Ese grupo trabaja en unos 30 proyectos de vacunas contra enfermedades infecciosas, igual número de productos contra el cáncer, incluidas varias vacunas terapéuticas, y 18 fármacos de uso cardiovascular.

En Cuba se diseña y produce 85 por ciento de los medicamentos que consume la población, muchos en plantas certificadas por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esas producciones incluyen ocho de las 11 vacunas comprendidas en el programa nacional de inmunización. Una ha hecho posible que desde hace casi 10 años ningún menor de cinco años en Cuba contraiga la hepatitis B.

También está la vacuna pentavalente líquida, denominada Heberpenta, la cual es producida por muy pocas compañías en el mundo. Protege contra la difteria, el tétanos, la tos ferina, la hepatitis B y el bacilo de la influenza tipo B.

Entre las líneas de trabajo más promisorias figuran los proyectos de vacunas terapéuticas contra la hepatitis C, el cáncer de próstata y el virus del papiloma. Se trabaja además en una vacuna contra el dengue, luego de que científicos del CIGB y del Instituto Cubano de Medicina Tropical Pedro Kourí identificaron el receptor del virus de la enfermedad, el primero de su tipo que se describe en el mundo.

Al destacar que entre los centros científicos cubanos no hay competencia, sino colaboración e intercambios, Luis Herrera destacó que los investigadores del país caribeño tienen un lema al respecto: Es preferible integrarnos entre nosotros, y competir afuera.

En opinión de José Miyar Barruecos, ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, los éxitos de la biotecnología cubana responden al carácter genuinamente socialista y a su integración con el sistema de salud, la economía y el desarrollo científico de la isla.