Los Ángeles, 29 de septiembre. Los rugidos musicales de Los Tigres del Norte y los aullidos de Los Lobos estremecieron a sus seguidores en el anfiteatro Gibson, donde las legendarias bandas se unieron en pro de una reforma migratoria que legalice a millones de personas en Estados Unidos.

Ambas agrupaciones fueron convocadas en un concierto organizado por el Fondo México-Americano para la Defensa Legal y Educativa (MALDEF, por sus siglas en inglés), con el que arrancó una campaña para contar las verdades de la aportación de los inmigrantes a esa nación.

Este primer espectáculo reunió a unas seis mil personas, que fueron una mezcolanza de fans, entre los que predominaron los seguidores de Los Tigres, con inmigrantes de todas las nacionalidades. Los de Los Lobos pertenecen a generaciones de estadunidenses orgullosos de sus raíces mexicanas.

“Venimos a expresar nuestra protesta contra reglamentaciones antinmigrantes, como la ley SB1070 de Arizona, leyes de cero tolerancia por las que cualquier hispano se convierte en sospechoso”, señaló el tigre mayor Jorge Hernández durante su actuación.

Es momento de unir nuestras voces y poner el grito en el cielo, y que llegue adonde se tenga que llegar, sentenció el líder de los Jefes de jefes para rematar con ¡Viva México! y abajo la impunidad, y dar paso al tema Somos más que americanos.

Jorge Hernández enfatizó: Somos más americanos que el hijo de anglosajón. Somos más americanos que toditititos los gringos, al tiempo que se proyectó una gigantesca bandera mexicana en la pantalla principal del coloso de los Estudios Universal.

La actuación de Los Tigres fue de hora y media, después de que Los Lobos lo hicieron por 45 minutos en este prestigioso centro de espectáculos que ha albergado a Madonna y Michael Jackson, y que ahora se convirtió en un foro pro inmigrante.

Durante el receso, Thom Sáenz, presidente de MALDEF, leyó un extenso mensaje. Dijo que se lanzará una campaña intensiva para enfrentar a esas voces malintencionadas que usan a inmigrantes en iniciativas políticas sólo para ganar votos.

Sáenz indicó que la organización, con 42 años de existencia y que ha defendido en las cortes las causas de inmigrantes y sus derechos civiles, emprendió la campaña La verdad de la inmigración para difundir la realidad de los inmigrantes: lo que hacen, lo que han aportado y lo que ha significado su presencia en ese país.

En la pantalla gigante se proyectó, a manera de adelanto, parte de un video musical con el lema ¡Claro que sí se puede!; en él participan Carlos Santana, Lonely Boys, Intocable, Álex Lora, Ramón Ayala y Willie Nelson, entre otros.

Concierto de complacencias

La actuación de Los Tigres se convirtió en apresurado concierto de complacencias, pues mediante papelitos los asistentes de la primera fila solicitaron sus canciones favoritas, las cuales interpretó la banda casi sin descanso, lo cual fue celebrado por el público.

Con los temas clásicos La puerta negra, Camelia la texana y La banda del carro rojo, el auditorio se convirtió en una gigantesca pista de baile.

En el escenario, Eduardo Hernández, uno de los integrantes de Los Tigres, llamó la atención pues llevaba una férula en el brazo izquierdo. Jorge explicó que se había fracturado el codo y que el médico le recomendó estar cinco semanas en reposo, pero (Eduardo) decidió venir a estar con ustedes, dijo el líder de la banda, lo cual provocó gritos y aplausos.

Los Tigres, ataviados con trajes color rojo, también cantaron La granja, Ni parientes somos, Me regalo contigo, La manzanita, Golpes en el corazón, Mi buena suerte, El bilingüe, De paisano a paisano y Un día a la vez, con la que cerraron su actuación.

La banda tocó más allá del tiempo previsto, para satisfacción de sus seguidores. Los temas iban uno tras otro.

En tanto, Los Lobos ofrecieron una decena de melodías, entre ellas sus éxitos La bamba y Come On Let’s Go, así como parte de sus versiones de rancheras en rock lento, como Anselma y Volver, volver.

Encabezadas por David Hidalgo y César Rosas, la banda se manifestó repetidas veces en apoyo a la reforma migratoria y lanzaron la expresión típica de la comunidad chicana: ¡Viva la raza! El público respondió con sonoros aplausos.

Hidalgo rompió la ovación con la pasmosa respuesta con la que había empezado el concierto: por mi madre soy mexicano y por mi destino soy mexicano-estadunidense!, lo que fue celebrado en grande por auditorio.

Surgidos en los comienzos de los años 70 en el este de Los Ángeles, Los Lobos son ganadores de tres Grammys y tienen influencia del rocanrol, el tex-mex, el country, el folk, el R&B y el blues, además de hacer arreglos hasta en cumbia.