¡Señor presidente, haga algo... que no mamen!, reclamó de manera airada desde su curul Cristian Vargas, diputado local del PRI, al presidente de la mesa directiva de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Leonel Luna, al ver que los legisladores mexiquenses del PAN Jorge Inzunza y Gustavo Parra levantaban una manta de protesta detrás del gobernador de esa entidad, Enrique Peña Nieto.

Minutos antes, al arribar al salón de plenos del recinto legislativo de Donceles y Allende –casi dos horas después de iniciada la sesión ordinaria–, el mandatario mexiquense había provocado efusivos aplausos de los diputados del PRI y de sus invitados, lo que interrumpió el discurso que en la tribuna daba, a nombre de su bancada, la perredista Alejandra Barrales.

Con vítores, los priístas siguieron el recorrido que hizo Peña Nieto desde la puerta principal de acceso hasta el asiento que se le asignó, justo detrás de las curules de la fracción local de su partido, y frente a la corraleta de los asesores del PAN. Pero apenas ocupó su lugar, Inzunza y Parra se pusieron de pie y desplegaron la manta con la frase Ley Peña asesina a la democracia, en letras rojas y negras. A su lado, el líder capitalino de Acción Nacional, Obdulio Ávila, esbozó una sonrisa discreta.

El reclamo de los priístas fue inmediato, al que se sumaron casi todos sus legisladores locales, quienes demandaban furiosos que sacaran del recinto a esos panistas. Elementos de resguardo de la Asamblea arrebataron la manta a los inconformes, y entonces Alejandra Barrales pudo retomar el hilo de su discurso y enfocó las baterías de su embate discursivo contra panistas y priístas.

Ese exabrupto marcó la sesión de la ALDF, en la que el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, emitió un mensaje a la ciudadanía con motivo de su cuarto Informe de gobierno, cuyo texto por escrito presentó el viernes pasado, como marca la ley.

El acto se inició a las 11:33 horas. Estuvieron presentes 65 diputados –sólo faltó Héctor Guijosa, del PRD– y desde el primer momento los diputados del PAN dejaron entrever la ruta que podría seguir la ceremonia. Encabezados por Carlos Alberto Flores, media docena de ellos reclamaban a la mesa directiva que no les permitiera el uso de la tribuna para cuestionar el formato del mensaje de Ebrard, en el cual se suprimieron las preguntas y respuestas.

La insistencia de los panistas llegó a tal grado que se enfrascaron en una discusión a gritos con el presidente de la mesa directiva, Leonel Luna. Después de varios minutos, y de las aclaraciones del formato entre Barrales y Mariana Gómez, la sesión continuó, con los posicionamientos en tribuna de los cinco grupos parlamentarios representados en la ALDF.

El PRI, el PAN y el PVEM criticaron la gestión del jefe de Gobierno, mientras el PRD y el PT avalaron lo hecho a la fecha. Compararon lo realizado por Ebrard con lo que hasta ahora han mostrado los gobiernos federal y estatales del PAN y del PRI.

Luego Marcelo Ebrard emitió su mensaje en un ambiente calificado de terso.

Atestiguaron, entre otros, los líderes del PRD, Jesús Ortega, y de Convergencia, Dante Delgado; los senadores María Rojo y Carlos Navarrete; los diputados Agustín Guerrero y Pablo Gómez; los 16 jefes delegacionales; los integrantes del gabinete legal y ampliado del GDF; el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro, y el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame. Más tarde se unieron Leonel Godoy, de Michoacán; Miguel Osorio, de Hidalgo, y el mismo Peña, además de los mandatarios electos de Puebla, Rafael Moreno Valle, y de Oaxaca, Gabino Cué.