Son casi 13 años de sequía, pero el delantero Emmanuel Villa ve el vaso medio lleno y asegura que no hay mal que dure 100 años, y por eso cada vez Cruz Azul está más cerca de un nuevo título.

Se mostró de acuerdo con lo que siempre dice el técnico Enrique Meza, que por la ley de probabilidades cada vez está más cerca el cetro: Es decir, en algún momento se cortará esta pésima racha de no ganar nada y vendrán las buenas. Ojalá sea este torneo el que empiece a cambiar la historia.

Añadió que no todo ha sido malo, porque han estado en cinco finales y falta poco para dar el paso decisivo, empero, admitió que las críticas son válidas, aunque no acepto que se diga que el equipo ha trabajado mal, recalcó en rueda de prensa en La Noria.

A dos días de comenzar el torneo Apertura 2010 frente a Estudiantes, el jugador cementero señaló que la afición debe sentirse ilusionada, ya que La Máquina cumplió con una gran pretemporada que la hace tener buenas expectativas.

La gente de Cruz Azul, al igual que nosotros, está muy dolida. Uno lo siente mucho y a veces es difícil transmitir ese sentimiento, pero creo que la gente debe estar ilusionada, no sólo este torneo sino en todos, porque apoya a uno de los equipos más grandes de México, indicó.

El atacante argentino se mostró conforme con la decisión del cuerpo técnico de dar oportunidad a los jóvenes y sólo traer como refuerzo a Gonzalo Pineda. Señaló que es un aspecto indiferente porque otras veces se contrató a los grandes refuerzos y no resultó significativo.

Villa confesó que siente cariño y respeto por el conjunto de la UAG, su ex equipo, del que dijo le brindó la gran oportunidad de ir a jugar a Europa, por lo que prometió que si anota un gol no festejará, a pesar de que siempre hay gente que lo puede tomar a mal.

En tanto, César Villaluz manifestó que su meta en este torneo es ganarse un lugar en la oncena titular: He cerrado bastante fuerte el trabajo de pretemporada y quiero tener más minutos en la cancha... deseo ser titular, primero contra Estudiantes, y luego aspirar a un lugar en la selección.