Integrantes de la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) demandaron a la Secretaría de la Educación Pública (SEP) que reasigne a sus labores docentes a los cerca de 400 comisionados que laboraban en el comité seccional encabezado por María Teresa Pérez Ramírez, quien fue desconocida por autoridades judiciales como dirigente sindical.

Francisco Bravo, secretario general disidente de los profesores de prescolar, primaria y educación especial en el Distrito Federal, destacó que tras el fallo del tercer tribunal colegiado en materia de trabajo del primer circuito del Poder Judicial de la federación no hay ninguna razón legal para que las autoridades educativas mantengan a docentes comisionados bajo los órdenes de Pérez Ramírez.

Indicó que desde julio de 2008, cuando Elba Esther Gordillo Morales, líder del SNTE, “impuso con un charrazo a María Teresa, le otorgó un ejército de incondicionales para que realizaran actividades sindicales y trataran de conseguir el apoyo de la base magisterial, lo que no consiguieron”.

Bravo enfatizó que después de dos años de lucha ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, logramos que se desconociera su toma de nota ante el cúmulo de irregularidades en su elección, pues se ocultó la sede donde se realizó el proceso y sólo se permitió el acceso a los delegados sindicales incondicionales de Gordillo.

Por ello, exhortó a la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal, que encabeza Luis Ignacio Sánchez, a que no incurra en actos de provocación reconociendo a Pérez Ramírez. Creemos que pese a la decisión definitiva de las autoridades judiciales buscará seguir ostentándose como dirigente y cualquier autoridad federal que la reconozca como secretaria general de la sección 9, puede incurrir en un delito, concluyó.