Belfast. Niños de sólo nueve años participaron en Belfast en la tercera noche de choques entre jóvenes republicanos católicos opuestos al proceso de paz y las fuerzas del orden, durante las tradicionales marchas protestantes de julio. Los niños figuraban entre las cientos de personas que tomaron la calles del barrio mayoritariamente católico de Ardoyne, la noche del martes, en otra protesta contra las marchas anuales de los protestantes orangistas. Las autoridades responsabilizaron de la violencia, que dejó 82 heridos, a un grupo de jóvenes radicales antisociales.